Presentaron el primer electrolizador para producir hidrógeno verde desarrollado en el país

Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) presentaron el primer electrolizador de mediana potencia fabricado íntegramente en el país para producir «hidrógeno verde».

«Hidrógeno verde» se le llama al hidrógeno obtenido usando energías renovables. Se trata de una tecnología clavepara aprovechar las energías solar y eólica, y para el futuro de los autos eléctricos. «La importancia de este proyecto es que vamos a tener un electrolizador para producir hidrógeno en base a energías alternativas como la eólica o la solar», explica Daniel Barraco, investigador del Conicet y secretario de Ciencia y Tecnología de la UNC. El uso del hidrógeno en lugar de los combustibles fósiles se está impulsando en el mundo «porque, ya sea que se utilice para producir energía eléctrica o como componente para otros motores a explosión, el resultado final es agua. O sea, que no es contaminante«, añadió.

Características:

Un electrolizador es un dispositivo electroquímico que tiene electrodos sumergidos en agua y separados por una membrana porosa, los cuales aplican una corriente eléctrica que provoca una reacción electroquímica que separa al oxígeno del hidrógeno. Ese hidrógeno es un vector energético que puede utilizarse en la industria y en vehículos, y cuando la energía que utiliza el electrolizador proviene de fuentes sustentables como la solar y la eólica se habla de hidrógeno verde. Se trata de un desarrollo realizado en conjunto por la UNC, la Universidad Nacional de Catamarca y el Conicet, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba, el Gobierno nacional y la empresa Fluorita Córdoba S.A. «Lo que desarrollamos fue un prototipo de electrolizador alcalino convencional. Es el primero de mediana potencia que se realiza en Argentina; inicialmente iba a ser de 5 kilowatts pero pudimos extenderlo a 9», explicó Esteban Franceschini, investigador del Conicet y la UNC, y responsable del proyecto, que consta de tres etapas. «En la primera producimos un prototipo monocelda de análisis de estanqueidad, para asegurar la ausencia de fugas; esta prueba se superó satisfactoriamente». El segundo producto, el que se presentó, «es un prototipo para el acople de una celda electroquímica de una potencia de 1.6 kilowatts a todos los periféricos donde se lleva adelante la separación del hidrógeno y el oxígeno para su posterior uso, fuentes de corrientes, fuentes de potencia y los controladores». Añadió que, «actualmente, se encuentra en desarrollo el lazo de control electrónico digital para el control de la producción de hidrógeno para realizarlo de manera segura. Ese va a ser el tercer prototipo que va a contactar con una celda de 9 kilowatts y un lazo de control electrónico digital que permitirá no sólo analizar el funcionamiento seguro del electrolizador sino también controlar vía web el funcionamiento del equipo, para que sea conectado en el parque solar Cerro Negro«. El investigador describió que «la idea es que durante el invierno, cuando la energía de ese parque no se está utilizando, se genere el hidrógeno, se almacene y que, durante el verano, se utilice como reemplazo del gas que usa la empresa en su producción». La ventaja de este tipo de energía es que la combustión del hidrógeno no emite dióxido de carbono (CO2), el principal gas responsable del cambio climático. A su vez, el hidrógeno se puede utilizar en los autos eléctricos en reemplazo de baterías de litio, para lo que se necesita una tecnología llamada celda de combustible. Según informó la UNC en un comunicado al presentar el flamante electrolizador, los investigadores Ezequiel Leiva, Agustín Sigal y Ramiro Rodríguez estimaron que «usando sólo el 10 por ciento de tierras aptas para proyectos renovables sería suficiente para reemplazar el total de la importación de combustible de Argentina».
Foto Irma Montiel
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Además, indicaron que «otra alternativa para iniciar la transición energética consistiría en cortar con hidrógeno el GNC, al igual que ocurre ahora con las naftas y los biocombustibles, lo que no requiere ninguna modificación en los motores». En el mediano plazo se espera que el hidrógeno sea el combustible de los vehículos eléctricos, y para fines del 2030 se estima que en el mundo ya circularán 2,7 millones de vehículos eléctricos a hidrógeno. La presentación del prototipo se realizó en la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, en Ciudad Universitaria, con la presencia de los investigadores que realizaron el desarrollo; el ministro de Ciencia de Córdoba, Pablo de Chiara; y Barraco.

Preocupa el posible regreso de la poliomielitis. Casos en EE.UU. y en Brasil

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En Argentina se lanzó este mes y hasta el 13 de noviembre una campaña de actualización de la vacunación contra varias enfermedades virales eliminadas o controladas en el país (sarampión, rubéola y paperas).

Incluye, por primera vez desde 2014 para una campaña de este tipo, el refuerzo de la protección contra poliomielitis o polio.

La decisión se tomó en momentos en que buena parte de la región se encuentra en niveles altos de riesgo de reintroducción de la enfermedad. Su último caso se notificó en en nuestro país en Salta en 1984, y fue erradicada oficialmente de las tres Américas en 1994 gracias al éxito de las vacunas. La polio parece una postal del pasado, pero Brasil confirmó días atrás su primer caso en 33 años y la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, está en alerta tras la notificación de un paciente con la enfermedad y la detección del virus que la causa en aguas cloacales. Según académicos y funcionarios hay que mantener altas las tasas de vacunación y es necesario recordar el drama que representó la polio para generaciones enteras antes de que se desarrollaran las primeras vacunas. En la Argentina, la poliomielitis estuvo presente en forma endémica desde finales del siglo XIX y comenzó a recrudecer en los veranos y otoños del nuevo siglo. Durante 1924 presentó una tasa de 2,6 casos de parálisis infantil por 100.000 habitantes, que se triplicó para 1936; ascendió más del doble para 1953 y en 1956 llegó a la tasa récord de 33,3/100.000, afectando a unos 6.500 niños. “Ese brote es el que alcanzó mayor impacto”, dijo a la terapeuta ocupacional y doctora en Ciencias Sociales Daniela Edelvis Testa, docente investigadora en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), en Florencio Varela. “Ese brote afectó gravemente los músculos respiratorios, lo cual requería contar con pulmotores y otros dispositivos de asistencia respiratoria para conservar la vida. Las imágenes dentro de esos aparatos y las pequeñas cabezas de niños y niñas asomando han quedado entre los recuerdos icónicos de esa experiencia”, añadió. La eficacia de la inmunización antipoliomielítica, a partir de la utilización a nivel global desde la década de 1960 de la vacuna oral creada por Albert Sabin, presenta varias caras, reconoció Testa. “Si bien revela el aprendizaje por parte de la sociedad civil y de la comunidad médica para controlar la enfermedad y el relevante papel de los organismos internacionales en la planificación de políticas sanitarias regionales y globales, también ha contribuido a que el interés por esta enfermedad haya desaparecido de las agendas públicas, informativas y de investigación. Pasó a ser vista como un problema del pasado y se la ubica entre las enfermedades raras u olvidadas”, expresó la investigadora, quien añadió que existe una “deuda histórica y social” con las personas con discapacidades por la polio. ¿Recuperar esa memoria puede servir como elemento de persuasión para aumentar las coberturas de vacunación? Quizás no sea tan lineal. “La argentina cuenta con una gran tradición de campañas de vacunación en el siglo XX, en el que fábricas y escuelas han tenido un importante papel como lugares de divulgación de consejos sanitarios y, también, como espacios de inoculación. Esa tradición de más de 100 años ha permitido que, a pesar de existir voces en contra de la vacuna contra COVID-19, éstas no hayan sido hegemónicas y la población las aceptara en su mayoría”, señaló la doctora en Ciencias Sociales Karina Ramacciotti, investigadora del Conicet y profesora de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), quien es coautora del libro “Historia de la salud y la enfermedad bajo la lupa de las ciencias sociales”. “Las campañas sanitarias actuales se posan sobre dicha larga tradición y sería interesante que se utilizaran como mecanismo de persuasión otras campañas de vacunación, pero esa apelación no debería basarse en mensajes alarmistas ni descontextualizados porque si no son contraproducentes y generan el efecto contrario a lo que se pretende”, alertó Ramacciotti. Según el Ministerio de Salud de la Nación, todas las niñas y niños de 13 meses a 4 años inclusive deben recibir durante la flamante campaña las dosis adicionales, gratuitas y obligatorias de las vacunas triple viral (contra sarampión, rubéola y paperas) e IPV (inyectable contra poliomielitis), más allá de las dosis recibidas previamente. No se requiere orden médica.

Quieren declarar a Buenos Aires «provincia petrolera»

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Legisladores oficialistas plantearon en el Senado bonaerense tres proyectos de ley para dar impulso a la producción energética en territorio provincial. Entienden podría ser «un cambio estructural en las finanzas» de la Provincia.

En una charla abierta en el Salón Armendáriz de la Legislatura, el senador Francisco «Paco» Durañona explicó sus propuestas denominadas “Buenos Aires, la energía para el desarrollo nacional”, y llamó a una discusión profunda entre todas las fuerzas políticas. «Puede ser un antes y un después en la historia de las finanzas bonaerenses, por eso consideramos relevante el debate y la participación de todos los sectores”, manifestó, y remarcó: “Es un tema en el cual no debe haber oscuridad, por eso abrimos el debate político, y al pueblo en general, para que haya participación y consenso”. La idea de declarar a Buenos Aires como provincia petrolera ya había sido expuesta por el gobernador Axel Kicillof, y se cimienta sobre la base de que en el territorio bonaerense se genera el 87% de la energía total del país, en particular a través de las refinerías de Ensenada y Bahía Blanca. A la vez, la Provincia es la que más energía consume en toda Argentina, ya sea por su capacidad productiva y su desarrollo industrial, como por su cantidad de habitantes. En esa dirección, explicaron que la declaración de Buenos Aires como Provincia Petrolera, busca declarar de interés público provincial la promoción, el desarrollo y la ejecución de planes destinados a incrementar la producción y el tratamiento de hidrocarburos líquidos y gaseosos, incluyendo sus derivados. Señalan que de esa forma se le daría impulso al incremento racional de la producción y tratamiento de hidrocarburos líquidos y gaseosos de manera sostenible; se iría hacia el pleno desarrollo de la industria de los hidrocarburos y la petroquímica; y se fomentaría la generación de empleo. La declaración se concretaría en el marco de la sanción de una Ley de Hidrocarburos provincial, en consonancia con la normativa nacional, y se crearía una Comisión Bicameral Exploración de Hidrocarburos Offshore, para analizar y estudiar el desarrollo de la exploración petrolera en la Cuenca Argentina Norte. Se trata del proyecto de exploración en el Mar Argentino en la zona ubicada a entre unos 300km al sudeste y 400 km sur de la ciudad Mar del Plata, una región de 9.500 km2; el cual no estuvo exento de divergencias entre organizaciones ambientalistas, el jefe comunal de General Pueyrredón, la Provincia y el Estado nacional, que aún se dirimen en los tribunales de esa localidad balnearia.

Un mapa reciente de la guerra en Ucrania

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Hace meses que en AgendAR no publicamos información sobre este conflicto. Nuestros temas son la actividad productiva y los intereses argentinos, así que tendemos a pasar por alto las noticias que hacen a la guerra; sabemos que pueden encontrarlas en otros medios. Pero nos parece conveniente ayudar a tenerla presente, cuando falta una semana para comenzar el noveno mes de esta guerra. Porque ha cambiado al mundo, y también nuestra realidad inmediata: el precio de los granos, de la energía,… Y nada es lejano en un planeta al que los satélites más cercanos dan la vuelta en 90 minutos. Mapas como éste, e información razonablemente precisa, pueden encontrarse en la página del Institute for the Study of War, aquí.

También en Uruguay ahorran en dólares…

Este dato que apunta el agudo periodista Nicolás Deza es algo más que un fenómeno cultural rioplatense (también lo encontramos en Perú, como en otros países). Muestra algo más importante: el bimonetarismo no es una causa inevitable de una infliación altísima como la que padecemos. Los motivos hay que buscarlos en otro lado.

INDEC: La inflación de septiembre fue de 6,2%. Alimentos y textiles, por encima del promedio

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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó en septiembre 6,2%. Ocho décimas menos que el 7% de agosto, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

El Nivel general del IPC acumuló un alza de 66,1% en los primeros 9 meses del año. En los 12 meses desde octubre 2021 registró un incremento de 83%. Las categorías que lideraron el alza mensual fueron fueron las denominadas Estacionales (11,7%). Se debe, en parte, a las subas en Prendas de vestir, Verduras, tubérculos y legumbres, y Frutas). Para acceder al informe mensual del INDEC, cliquear aquí.

Optimus: el robot humanoide de Elon Musk ¿Autopromoción de un billonario, o…? – Video

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El magnate de la tecnología Elon Musk presentó el viernes pasado un nuevo prototipo del último proyecto de su compañía Tesla: un robot humanoide conocido como Optimus.

Según Musk, aunque Optimus es solo un prototipo, podría estar a la venta al público dentro de unos años. Los ingenieros de la compañía dijeron que los robots primero tendrán que pasar exigentes periodos de prueba en los puestos de trabajo de la cadena de producción de los automóviles Tesla. Como señala la BBC, Musk, además de autos y androides, es conocido por invertir en todo tipo de proyectos relacionados con la tecnología: hizo una oferta de comprar Twitter que ahora se discute en la justicia, es dueño de SpaceX (compañía de cohetes espaciales) e invirtió en una compañía que desarrolló un lanzallamas para el público. Este proyecto puede ser viable o una fantasía publictaria. Pero no se puede descartar las posibilidades de una imaginación tecnológica, unida a un ego gigantesco y miles de millones de dólares. Por ahora, acercamos este informe de la Universidad Nacional de Quilmes sobre Optimus y sobre otros robots humanoides que ya están funcionando o en diseño.

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Mide 1,73 metros, pesa 57 kilos y puede correr hasta 8 km por hora, regar las plantas, saludar, transportar 20 kilos y levantar 68. Se llama Optimus, y es el nuevo robot humanoide de la empresa Tesla, que busca convertirse en el primero en venderse masivamente. La firma fabricante de automóviles presentó un prototipo de robot humanoide que caminó rígidamente, sin amarras, en el escenario en el Día de la Inteligencia Artificial de Tesla, saludó lentamente a la multitud e hizo gestos con las manos durante aproximadamente un minuto. Por lo visto, Optimus, que dispone de wifi y puede actualizarse y programarse a través de Internet, está destinado a realizar tareas sencillas en los hogares. En los videos mostrados por Tesla, el robot está cargando cajas o regando las plantas. Son funciones básicas y repetitivas, aunque, como siempre, Elon Musk, el CEO de la compañía, piensa a lo grande: “El trabajo físico será una elección y podría transformar la economía mundial”.

¿Qué es un robot humanoide?

El término robot humanoide suele referirse a aquellos robots cuya forma es similar a la de los humanos. Sin embargo, la definición varía según a quién se le pregunte: hay quien dice que un humanoide debería tener un “cuerpo completo” que incluya dos brazos y dos piernas, exactamente como un humano. Sin embargo, otros se centran más en la comunicación o en su capacidad para realizar tareas y extienden la definición a un robot móvil con ruedas que tiene “la mitad superior del cuerpo”, con una cabeza, torso y dos brazos.

Otros ejemplares en la robótica

Tesla no es el primer fabricante de automóviles en desarrollar un robot humanoide. Junto con Boston Dynamics, de Hyundai, Honda también trabajó en robots llamados “Asimo” durante casi 20 años. En su forma final, Asimo era un robot humanoide del tamaño de un niño capaz de caminar, correr, subir y bajar escaleras sin ataduras y manipular objetos con los dedos. La robótica tiene especial interés en el sector militar, una muestra de ello es el modelo Petman. Se trata de un robot androide diseñado para probar la efectividad de los trajes del ejército contra ataques químicos. Está equipado con decenas de sensores que detectan si los gases tóxicos se filtran a través de la ropa. El robot está recubierto además con una piel especial que simula a la humana para sudar y crear un microclima bajo el traje lo más parecido al que se produciría en una situación real. De esta manera se puede probar al cien por ciento las condiciones, resistencia y efectividad de los trajes anti-químicos. Asimismo, están los robots humanoides que desarrollan labores de rescate en desastres naturales. Atlas es un robot humanoide concebido para labores de rescate en desastres naturales, que se integra en el ejército de EE.UU. Con una altura de 1,88 metros, 150 kilogramos de peso y aspecto humano, Atlas es el robot más imponente que se haya concebido. Conforman su estructura 28 articulaciones accionadas hidráulicamente, un potente ordenador que le permite moverse con inquietante parecido a un humano y un equipo de música integrado. Atlas no tiene ningún problema para caminar sobre terrenos irregulares.

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El modelo humanoide Geminoid HI-4 tiene la capacidad de poder conversar con personas, incorpora 12 servomotores para controlar la expresión facial, y posee además capacidad de movimiento de los ojos. Otros ejemplares de este tipo de robot son Kodomoroid y Otonaroid, las androides presentadoras de noticias en la televisión de Japón. Son androides serviciales, y están programadas para distintas tareas como presentadoras en los medios de comunicación. Tienen apariencia de mujeres jóvenes y se puede interactuar con ellas. Su función principal es leer noticias, algo que pueden hacer en diferentes idiomas y con diferentes voces.
A nivel mundial, la fabricación de robots humanoides tiene un espacio muy importante en el sector cultural. El HRP-4Ccreado por el Instituto Nacional de Tecnología y Ciencia Industrial Avanzada de Tokio y presentado al público en 2009, se trata de una mujer robot de fisonomía asiática de 1,58 m de estatura y 43 kg de peso contando con la batería. Utiliza 30 motores para desplazarse y es capaz de adoptar poses e, incluso, de bailar y cantar. El rostro, recubierto de silicona, cuenta con ocho motores propios para modificar su expresión de una forma asombrosamente realista.

Los robots en otros mundos

La NASA también impulsa la fabricación de robots humanoides para sus investigaciones astrofísicas. Diseñado para realizar tareas complejas en ambientes peligrosos, Valkyrie es un robot humano que puede caminar sobre terreno irregular, subir una escalera, usar herramientas y manejar. Mide 1,9 metros, pesa 125 kilos y funciona con baterías que lleva en una mochila y que le dan alrededor de una hora de energía. Tiene 44 grados de libertad, y ejes de rotación en las articulaciones, lo que significa que es relativamente flexible. Con todo, los robots humanoides constituyen uno de los desarrollos en sistemas robóticos de mayor auge en la actualidad. Su natural orientación a la imitación del ser humano ofrece un campo de trabajo en cuestiones como la inteligencia artificial, la interacción hombre máquina y la cooperación entre robots como ninguna otra plataforma robótica. Parece que llegaron para quedarse.

Murió Roberto Ornstein, el primer embajador nuclear de la Argentina – Conclusión

La primera parte de esta nota está aquí. En la 1ra. parte mencioné a dos “Saracho boys” que empezaron su carrera en la DIGAN: Max Gregorio Cernadas y Rafael Grossi. Hasta que existió la DIGAN, la diplomacia nuclear argentina ante Viena la debía inventar la propia CNEA, y debido al respeto reverencial de todo el arco político civil y militar argento hacia la institución hasta 1983, los gobiernos nacionales, fueran legítimos o no, la suscribían. Dado que la CNEA durante sus primeros 44 años dependió directamente de Presidencia de la Nación, al menos hasta fines de 1983 cuando pedía audiencia era escuchada al toque por presidentes tan incompatibles entre sí como el reflexivo don Arturo Illia, el ofuscado general Juan Carlos Onganía, el complejísimo Juan D. Perón o aquel genocida insípido, Jorge Rafael Videla. Y lo que se charlaba en esas tenidas al día siguiente era política externa oficial del país en materia nuclear, y así se comunicaba a Viena, sede del OIEA. Y también al Palacio San Martín, que queda más cerca. Era una diplomacia muy basada tres ideas fuerza, a las que adherían gentes tan distintas como el Alte. Pedro Iraolagoitía (peroncho duro y puro), su colega Oscar Quihillat (no los hacen más liberales), o el metalurgista e ideólogo nuclear Jorge Sabato (radical, pero “de los de antes”). Esas tres ideas fueron: * Si es tecnología nuclear preferimos desarrollarla a comprarla. No queremos exportar dólares ni importar salvaguardias. * Si es nuestra, la transferimos. Gratis a la industria argentina o negociando con nuestros clientes internacionales, todo legal y bajo salvaguardias OIEA. * Last but not least, somos pacíficos no porque no sepamos o no podamos hacer la bomba, sino porque no queremos. Ergo: no nos jodan. Mientras tuvo vigencia esa doctrina nunca escrita (pero bien conocida), nadie en estos andurriales del Sur intentó seriamente quedarse con un metro cuadrado de territorio seco o de mar legalmente argentino. El anuncio de Pilca en 1983 no cayó en saco roto: Pinochet se abstuvo de toda acción armada contra una Argentina que acababa de perder una guerra, un tercio de su Fuerza Aérea y todo respeto de la población por sus propios militares. El mismísimo Reino Unido esperó, prudente, hasta 1986, a ver qué onda con los vencidos. Al ver que el país no mejoraba ni reponía su armamento convencional y que además estaba autodestruyendo su Programa Nuclear, Su Graciosa Majestad empezó, muy de a poco, un seguidilla de anuncios unilaterales incontestados, según los cuales se quedaba con tal o cual pedazo de Mar Argentino, y toda su pesca. Y si había petróleo, el que hubiera (no hay). Política en la que ha ido envalentonándose y acumulando mar a mares: ya va por 1,65 millones de km2. Britannia, rule our waves! El Palacio San Martín, a pesar de su alineación crónica con EEUU desde los ‘30, se tenía que bancar a la CNEA en Viena, entre otras cosas por falta de experticia propia. Y es que por su currícula de estudios puramente humanística, su erudición extrema en naderías protocolares y su vacío perfecto en cuestiones científicas y técnicas, tiene mayoría absoluta de habitantes que raramente distingue el uranio de los canapés. La DIGAN acabó con eso, al menos un tiempo: sus primeros integrantes fueron elegidos a dedo por Saracho entre los mejores promedios del Instituto de Exterior, casi imberbes y con los estudios aún incompletos, y mandados a sepultarse un año entero en el Centro Atómico Bariloche de la CNEA, con un programa de estudios diseñado por la entonces juvenil empresa INVAP. Por eso hoy el director del OIEA es el argentino Grossi, y un simple secretario como Max Gregorio Cernadas frenó a Schlaudeman y sus mamuts en la puerta del CAB. La DIGAN decididamente NO se construyó para que ratificáramos Tlatelolco o firmáramos su ampliación a nivel mundial, el TNP, o Tratado de No Proliferación. Pero terminó haciendo eso en tiempos de Menem porque la “reformateó” su canciller, Guido Di Tella, aquel tilingo que aconsejaba, con entusiasmo de inventor, tener relaciones carnales con EEUU (pasivas). El TNP legaliza que los grandes proliferadores (EEUU, Rusia, el RU, Francia y China) no sean jamás inspeccionados y multipliquen y mejoren sus armas a placer. Pero mientras se abocan a ello, pueden visitar sin invitación, anuncio o límite todos nuestros laboratorios, talleres e instalaciones nucleares, “a ver que no estemos proliferando”. Sacan fotos, acceden a documentación, se llevan lo que quieren. Y es que ahora todas nuestras instalaciones están todas bajo salvaguardias. Olvidate de generar patentes, olvidate de la propiedad intelectual: Big Brother is watching you! Nuestros años de aceptar salvaguardias únicamente sobre lo importado fueron de diplomacia inteligente: conllevaba algo de los beneficios que da tener la bomba, pero ninguno de los inconvenientes. Blindado en esa postura y ante la propuesta del TNP en 1968 (tiempos de Onganía), la respuesta del embajador argento ante el OIEA, José María Ruda (radical “de los de antes”) fue llamar al documento “El desarme de los desarmados”. Era una síntesis tan redonda que Ruda la puso de título de un libro tan recomendable como ignorado. Pero antes se paró en la Asamblea General de la ONU y dijo (sic) “que un régimen nuclear que no obligue a las potencias nucleares era absurdo en su promulgación”. Lo sigue siendo. Por eso la lista de países con armas atómicas pasó de los 5 legales según el TNP en 1968 (EEUU, la URSS/Rusia, Francia, el RU y China) a los 10 de hoy. Se añadieron 5 ilegales: la India, Pakistán, Israel, Sudáfrica y Corea del Norte. Sudáfrica reculó al asumir la presidencia Nelson Mandela: éste firmó el TNP y destruyó públicamente su armamento. Pero es un caso único. Y ni Mandela ni los gobiernos que sucedieron al suyo desmantelaron los recursos humanos nucleares del país. Si alguna vez vuelven a querer bombas, estos Springboks saben hacerlas. No da para patotearlos.
Países con armas nucleares, 2022
Y no es imposible que a la lista de armados se añada Irán, y detrás, Turquía y las petromonarquías de Medio Oriente. Sería buenísimo que eso no suceda, pero para ahí vamos no pese al TNP, sino debido al TNP. La ONU y en realidad el mundo necesitan una ley nuclear universal más igualitaria: Saracho y la DIGAN inicial militaron por eso. Pero por su lógica de “Me Tarzan, You Jane”, el TNP se está desmoronando solito: antes pide reemplazo que refuerzo. Con tal de que no iniciáramos un programa nuclear bélico, hasta el Reino Unido evitaba entuertos inútiles con Argentina. Al punto de que los “prime ministers” Harold Wilson (en 1974) y luego Maggie Thatcher (¡¡en 1981!!) intentaron vendernos las Malvinas. Ya no les veían mayor utilidad como apostadero: los enemigos navales de Su Majestad, la URSS y China, estaban todos en el Hemisferio Norte. Y las ofertas por las islas demasiado famosas fueron bastante aceptables, atestigua el historiador Federico Lorenz, con 8 libros dedicados al tema Malvinas. Negociar duramente sobre la base de alguna de ellas habría cambiado bastante nuestra historia, pero Perón se murió al mes y monedas de recibir la oferta de Wilson y el dictador Roberto Viola dejó sin contestar la de Thatcher, lo que al año siguiente fue un regalo inesperado para esa señora: cuando se gobierna contra los laburantes, siempre es bueno tener alguna guerrita a mano para escaparse de una posible revuelta popular. Válido aquí y en Londres. Como exportador nuclear que somos, desarrollar secretos comerciales con el TNP a cuestas se ha vuelto bastante imposible, y quizás ya nos haya dejado fuera de competencia en materia de centrales nucleoeléctricas. Cinco copias casi clonales del proyecto argentino CAREM en EEUU (NuScale, mPower y IRIS), China (ACP 100 Linglong) y Corea (SMART) dan una idea de hasta qué punto se volvió gratis robarnos tecnología. Muy a contramano de su status actual, la DIGAN se hizo para poner la Cancillería, con sus muchas embajadas, como vendedora de las exportaciones nucleares argentinas. Éstas empezaron en 1978, con la venta del Complejo Nuclear de Huarangal, en Perú, completo con dos reactores (el RP-0 y el RP-10). Y Ornstein estuvo en lo de Huarangal como Jefe de Proyecto, para terminarlo y entregarlo.

Un día como cualquier otro (muy neblinoso) en el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), Huarangal, Lima, con los reactores RP-0 y RP-10 hechos por la CNEA e INVAP.

Dadas las represalias de EEUU contra que saliéramos a vender “en su traspatio”, que fueron durísimas e incluyeron el boicot de uranio enriquecido, creo que Ornstein celebró inicialmente la llegada de la DIGAN de Saracho en auxilio del Programa Nuclear, en 1984. Lo que no quita que ambos personajes luego no mantuvieran peleas memorables y a puertas cerradas sobre si debíamos vender o no tecnología nuclear pacífica al país X o al país Y, conforme los EEUU cambiaban de enemigo favorito a toda velocidad dentro del mundo islámico: al alineado y obsecuente hoy, mañana lo declaramos terrorista y viceversa. That’s the name of the game! EEUU no objetó que en 1965 –aquí, tiempos de Illia- el Shah de Irán recibiera ayuda de la CNEA –y bien pagada- para construir su primer reactorcito nuclear en Teherán. Como que al Shah lo coronaron ellos. Caído el Shah, el Irán de Khomeini, a quien también inventaron ellos, fue anatema: no había que venderle nada, ni siquiera trigo (aunque en 1986 los persas habían suplantado a los soviéticos como primer cliente de Argentina). Pero en 1987 los EEUU aprobaron a través del OIEA, que casi siempre (pero no siempre) manejan en Viena “de taquito”, que INVAP reconstruyera ese mismo reactorcito de Teherán, gastos pagos por Viena, para funcionar con uranio enriquecido al 20% (grado civil), en lugar de 90% (grado militar). Y sin embargo, en 1991 los EEUU pusieron a INVAP al borde de la quiebra cuando estaba por embarcar caños y maquinaria a Irán, también bajo salvaguardias OIEA, para fabricar dióxido de uranio natural. Es imposible hacer bombas con uranio natural: la movida iba dirigida claramente a lograr la bancarrota de INVAP, que venía del crimen serial de exportar el reactor NUR a Argelia y el ETRR2 de Inshas a Egipto. Bastante le costó luego a Menem hacer fracasar una tercera exportación de INVAP mucho más importante: la de la central nucleoeléctrica compacta CAREM a Turquía, siguiente destino del infatigable Saracho luego de dejar la DIGAN en 1987. La TAEK (Comisión Atómica de Turquía) no tenía la tecnología, pero quiso asociarse con INVAP para testear dos prototipos, uno en cada país, y luego salir a venderlos producidos en serie, como aviones, y para ensamblar en destino. Para las ventas, se usaría la red internacional de negocios de Turquía, mucho más vasta y antigua que la de INVAP. Un win-win redondo, que habría cambiado el perfil de exportaciones de la Argentina en favor de la industria. Menem destruyó el acuerdo. Desde entonces INVAP logró venderle reactores a Australia, Arabia Saudita y a Holanda. “Pudieron hacerlo porque firmaron el TNP, morochos”, te dicen en Viena. No, brother, lo entendiste al revés. Pudimos hacerlo pese a. Y no me vengas con Protocolos Adicionales, porque no te firmo más nada. Ornstein, cuya navegación por la diplomacia –como se ve- no dejó tormenta sin atravesar, fue un integrante de esa rarísima raza híbrida, la de los “marinos nucleares”. Hasta que no los conocí, no sospechaba siquiera de su existencia, aunque estaban bien a la vista. Montados sobre un decreto de Perón, fueron quienes crearon la CNEA en 1950. En su línea se inscriben los Altes. Roberto Iraolagoitía, Oscar Quihillalt y Carlos Castro Madero. Todos ellos fueron sumamente industrialistas y nacionalistas, las ovejas blancas de una Armada que desde su creación hasta 2013, según el catálogo Histarmar, sólo fabricó el 14,77% de sus naves: el resto, fueron importadas, y en ellas figura ese melancólico lote de chatarra de la OTAN con el que en 1982 fuimos a pelearnos con… caramba, ¿la OTAN? Consta antes múltiples testigos que Castro Madero hizo lo posible por impedir que el Alte. Isaac Anaya, el ideólogo del desembarco en Malvinas, diera curso a una guerra que nuestro país sólo podía perder. Tras la derrota y ya retirado del arma y de la CNEA, Castro Madero se puso como misión de vida convencer a la Argentina de 1984 de meterle propulsión nuclear a uno de los submarinos TR-1700, entonces en construcción, detenida en 1994 y todavía hoy sin terminar. No lo logró. El Dr. José Converti, de la CNEA, tiene diseñado el motor atómico para ello y el futuro ARA Santa Fe lo espera en el astillero Storni, pero los almirantes hoy quieren importar submarinos convencionales franceses, a U$ 800 M la unidad, aunque aquí tienen un astillero especializado (el Storni), dos submarinos excelentes a terminar y uno a reparar, todos TR-1700. Es que quieren generar recursos humanos (bueno, en Toulon, Francia). Lo dicho: los marinos nucleares fueron las ovejas blancas. Los industrialistas navales son gente con dos únicos antecedentes en la alta oficialidad de mar: el Alte. William Brown y mucho después, el Alte. Segundo Storni. Tal vez haya sucesores de los marinos nucleares, pero no aparecen a la vista. Muy contra sus instintos, la Armada tuvo que crear y luego defender a la CNEA: esa institución chúcara, llena de científicos barbudos y respondones, e ingenieros fierreros y remisos a lo importado. La protegió con una mezcla de orgullo, desconfianza y esperanza: Onganía nunca intentó siquiera una Noche de los Bastones Largos en el ámbito nuclear. La CNEA –fundacionalmente opuesta a “la bomba”- le podía dar a la Armada lo único que hace entrar en “meltdown” el corazón de cualquier almirante, y que es absoluta y totalmente imposible de importar: un submarino nuclear. Y además, con ese prestigio de lo atómico, la Armada siempre ganó palanca para discutir cargos públicos con el Ejército, una fuerza mucho más poderosa, cuando los frecuentes golpes de estado. Pero en 1976 el Alte. Emilio Massera y el general Menéndez secuestraron y mataron a 17 científicos y técnicos de la CNEA, muchos de ellos de un laboratorio fundado por decreto del propio Perón y que ofendía particularmente a los EEUU: el de Reprocesamiento. Es fama que Castro Madero trató de que Massera y Menéndez liberaran a todos, aunque tuvo muy pocos éxitos, y en ese cruce de la Av. Libertador, desde la Sede Central de la CNEA hasta la Escuela de Mecánica de la Armada, volvió pálido y se encerró el resto del día en su despacho con órdenes de no ser molestado, cuenta el Dr. Luis Colangelo, entonces Jefe de Relaciones Públicas de la CNEA. Probablemente ese día cosechó algunos de los 5 by-passes coronarios con que terminaría muriendo en 1990. Más éxitos tuvo don Carlos en llevarse a la siguiente lista de víctimas al Centro Atómico Bariloche y a INVAP, entre ellos al famoso Dr. Tommy Buch, para evitar que los mataran. Pero es algo que incluso hoy no se le reconoce. Al menguado capaz de confundir a Castro Madero con aquel playboy mafioso y genocida, Emilio Massera, les recuerdo (está en el libro de Max Gregorio Cernadas) lo que el «Almirante Cero» le dijo en uno de tantos choques: «Si yo fuera presidente, Ud. no sería ni portero de la CNEA». Los marinos nucleares fueron seres muy contradictorios: proteccionistas de puertas de la CNEA para adentro, de puertas para afuera apoyaban sin reparos al neoconservador más peludo que encontraran subido a la palmera política. Y aquí sí que abundan. Nunca me hice amigo de Roberto Ornstein, algo que hoy lamento, y fue para no discutir de política nacional, o sobre desaparecidos. O incluso sobre el TNP. Ignoro si Ornstein estaba a favor de ese documento, o simplemente se lo tuvo que tragar en silencio y sin agua, como parte del feroz mundo monopolar posterior a 1991. Un periodista se puede poner principista, un diplomático no puede no ser pragmático. El principismo daltónico es la causa por la que, a partir de 1985, cuando me volví un periodista científico con cierta debilidad por lo atómico, nunca llamé por teléfono al mayor constructor del Programa Nuclear Argentino, que fue sin duda Carlos Castro Madero. Y por no haber tenido ese coraje de cruzar al menos un rato una grieta muy profunda por un tablón precario, me deprimí ferozmente cuando se murió. Cosa que hoy se me repite con Ornstein. Y explica que haya tardado dos semanas en escribir este mamotreto, de cuyo desorden y emocionalidad pido disculpas. Esos navales fueron un poco como aquellos milicos mitológicos que generó el Ejército durante el siglo XX: los generales ingenieros Manuel Savio y Enrique Guglialmelli en metalurgia, industria pesada y fabricación de armas, Enrique Mosconi y Alonso Baldrich en petróleo y química, y el brigadier Juan de San Martín en construcción aeronáutica. Son los que –muy a su riesgo y pagándolo caro, a veces con prisión- aprovecharon ese recurso tan raro en Sudamérica, la educación pública y gratuita de calidad, para inventar la industria argentina sustitutiva liviana, y luego la compleja y pesada, marca de un país mejor que el actual en todo. Roberto Ornstein no es el único ni el último retirado insustituible en seguir yendo a la CNEA “ad honorem”. Van quedando pocos y los llaman “los Eméritos”. “El Apagón Nuclear” es el título que la periodista Eleonora Gosman, de Clarín, le puso al período de destrucción de recursos entre 1983 y 2006. La gente incorporada durante el Primer Renacimiento Nuclear, sucedido entre 2006 y 2015, advertida de que hay próceres sueltos y vivos por los pasillos, los mira dudando cuando los cruza, mientras se pregunta: “¿Y quién será este viejo?”. Cosa que, certifico, a los viejos los desconcierta. Son los que discutían mano a mano el Programa Nuclear con Jorge Sabato. Son los inventores de la CNEA. Es como si Nikola Tesla, que impuso la electricidad alterna, anduviera por los pasillos del directorio de la Westinghouse, y los CEOs y sus secretarios no lo reconocieran. “Tesla, Tesla… me suena. ¿No es un auto?” Sí, OK, el tema es Ornstein. Pero es imposible entenderlo fuera de su salsa histórica, que es triplemente rara por marinera, por nuclear y por desconocida. Creo que la persona más adecuada para explicar a Ornstein se acaba de morir. Fue el propio Ornstein, la única vez que se vio obligado a hablar públicamente de su persona. Lo hizo en un reportaje del sagaz Fernando Krakowiak en Página 12, allá por 2010. Ornstein no fue el único entrevistado en la ocasión: estaba también otro Emérito célebre de la CNEA, el Dr. Renato Radicella, otra historia que habrá que contar alguna vez. Pero en la foto (y esto es muy característico de él), Ornstein prefirió ponerse en segundo plano. Tarde, pero empiezo a conocerte, Roberto. «–¿Por qué siguen viniendo a la CNEA? Ornstein: –Porque siento un fuerte sentido de pertenencia. La CNEA es una institución única en el país que a uno lo va atrapando. Yo ingresé en 1979, ya de grande, y en muy poco tiempo me entusiasmó el empuje de la gente. Desde entonces, hemos pasado por épocas buenas y malas, pero la mayoría de la gente mantuvo esa pertenencia. Además, creo que estoy cumpliendo un papel todavía útil para la institución, y mientras mi salud y las sucesivas presidencias me lo permitan pienso seguir trabajando y compartiendo lo que aprendí con las nuevas generaciones. –¿Cuáles son los proyectos más importantes de los que formaron parte? Radicella habla de su participación en la exportación del Centro Atómico de Huarangal a Perú, completo, con dos reactores, y el del reactor experimental NUR a Argelia desde INVAP. Ornstein contesta lo siguiente: –Yo estuve como jefe durante la terminación del Proyecto Perú, cuando Radicella dejó el cargo, y desde el área de Relaciones Internacionales intervine bastante en el resto de las exportaciones nucleares que realizó el país. Además, representé a la Argentina como gobernador alterno del Organismo Internacional de Energía Atómica durante casi 15 años. En la actualidad, sigo trabajando en el área de Relaciones Internacionales. –¿En qué medida el resurgir de la actividad nuclear durante los últimos años influyó para que ustedes decidieran seguir en la CNEA? Va sólo la contestación de Ornstein: – El apoyo del Gobierno a la actividad nuclear es un aliento. Esto no ocurría desde la década del 80, y se evidencia en un notable incremento del presupuesto y en el desbloqueo de las vacantes después de más de doce años de congelamiento. Nosotros no podíamos cubrir ninguna vacante y el promedio de edad en el organismo se había elevado hasta los 56 años. Ahora, en cambio, se incorporó una gran cantidad de gente joven que está permitiendo impulsar una renovación. El reportaje sigue. Krakowiak pregunta por qué el átomo ha resurgido en Argentina y el mundo, a lo que Ornstein contesta (¡y lo hace en 2010!) que el petróleo se está encareciendo y viene de lugares inestables y llenos de guerras, y que además en Argentina no hay tanto gas como cree el Ing. Jorge Lapeña (un antinuclear acérrimo), y que los combustibles fósiles están desquiciando el clima en todo el planeta. Siguiendo con el desmantelamiento del Programa durante el Apagón Nuclear entre 1983 y 2006, Ornstein dice: – No hay que olvidarse de que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, mandó a los científicos a lavar los platos a su casa. Krakowiak se entera, no sin sorpresa pese lo conocedor, de que a los antiguos A1 (categoría top del elemento profesional de la CNEA) Cavallo les ofrecía U$ 100.000 de jubilación anticipada, con tal de que se fueran a romper el átomo a otra parte. Hechos los cálculos de depreciación del dólar, a fines de 2021 eran U$ 199.000. Y Krakowiak también se entera de que en general, en lo peor del Apagón Nuclear, los atómicos se negaron a agarrar viaje. –¿Qué hacían durante esos años?- pregunta Krakowiak (lo supongo desconcertado). Y dice Ornstein: – No soy de los que se van a casa a mirar televisión. Voy a seguir trabajando hasta el día en que me muera, salvo que la salud me lo impida. ¿Me piden algo más personal? En un mail al citado Mario Mariscotti, Ornstein confiesa que decidió volver a trabajar a la CNEA como fuera, cuando a pocos días de jubilarse se vio en el espejo barbudo y con pijama. ¿Qué pulcro oficial naval soporta esa visión? Pero hay más. Transcribo parte de un mail que me mandó su reciente viuda, Laura. “Días atràs encontré un dato en su PC que te puede interesar… es la nota (o borrador de nota) que redactò Roberto con tal motivo, con números de decreto, explicación legal, etc…. en la que al pie informa a la superioridad de Marina, que renuncia al retiro pero no al estado militar. “Desde ese dìa hasta el ùltimo de la vida Roberto no cobrò retiro militar alguno, eso sì, continuò aportando voluntariamente a las instituciones de las que formaba parte, (Centro Naval, Sociedad Militar Seguro de Vida, Asociaciòn Socorros Mutuos de las Fuerzas Armadas, Hogar Stella Maris, Hospital Naval Dr Pedro Mallo, etc), en calidad de adherente».En 2012, habiendo cumplido ya 85 años y con los años de aportes por CNEA necesarios, se  jubilò por ANSES. «En ese entonces la Presidente de CNEA, Dra Norma Boero, lo designó Investigador Consulto por 5 años, por el mérito de su tarea y él siguiò trabajando ‘ad honorem’ por propia decisiòn, por considerar que su trabajo quedaba cubierto con la jubilación de ANSES. “Al cumplir los 90 años le fue renovada esa distinción, por la que continuó trabajando para CNEA, en la redacciòn de la Memoria Institucional y de la Revista, tal y como venía haciendolo desde el año 2000, hasta que a finales del año 2019, delegó esas responsabilidades en personal más joven al que previamente habìa estado formando para la tarea. “En la Asociación Mutual de Empleados de la CNEA, en la que ocupò diversos cargos, su participaciòn se prolongó ininterrumpidamente hasta el jueves 22 de septiembre de 2022, atento a que por la situaciòn sanitaria de pandemia, trabajó en forma virtual desde 2020. “Dos fechas para tener presentes: Roberto decidió partir el 26 de septiembre 2022. Su cumpleaños 95 sería el 2 de octubre… “Se puede decir que cumplió, también, su sueño de trabajar hasta que la muerte lo llamara...» No comment.

Daniel E. Arias

ENARSA da un paso clave en la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner

La empresa estatal adjudicó las válvulas de 30 pulgadas de diámetro, que sirven para el bloqueo de línea, indispensable para operar el gasoducto. Fuentes oficiales aseguraron que las válvulas de 24 y 30 pulgadas se entregarán a mediados de enero, lo que permitiría llegar al próximo invierno con el gasoducto operativo.

Desde ENARSA afirman que ya se formalizó la adquisición de 56 válvulas de 36 pulgadas a la firma Cameron Argentina, subsidiaria de la compañía de servicios petroleros Schlumberger. Se trata de una contratación clave porque es un material crítico para la construcción del gasoducto, la obra de infraestructura más importante que está llevando adelante el gobierno. Además, la empresa estatal concretó también la adquisición de otro grupo de válvulas de 20 y 24 pulgadas a la firma argentina Válvulas Worcester (Valbol). Las mismas fuentes señalaron que la fecha de entrega de los componentes, claves para la obra, será a mediados de enero del año que viene. Este plazo es un dato relevante, ya que el objetivo del gobierno es llegar con el gasoducto operativo para el próximo invierno y así evacuar un mayor volumen de gas de Vaca Muerta hacia los grandes centros de consumo del país, con la consiguiente reducción de importaciones. EconoJournal había advertido que la demora en la contratación de estos componentes podía perjudicar los plazos de la obra.

Despejar la principal variable

Enarsa había lanzado la primera licitación de las válvulas de 20, 24, 30 y 36 pulgadas en junio, pero el proceso fue declarado desierto. Luego, en agosto, el Directorio de la compañía resolvió aprobar un llamado para una contratación directa competitiva. Enarsa invitó a ocho compañías a este proceso y recibió oferta de seis: Valvtronic, Wenlen, Cameron Argentina, Kioshi, Valbol y Tormene Americana. La Comisión Evaluadora creada por Enarsa para acompañar el proceso de adquisición de las válvulas del Gasoducto Néstor Kirchner y sus obras complementarias declaró inadmisibles todas las ofertas. Aunque en un dictamen complementario posterior hizo lugar a la impugnación presentada por Valbol (figuraba como deudora en AFIP, pero la firma aseguró que fue un error del sistema), a quien finalmente adjudicó 30 de las 140 válvulas totales que necesita la obra. Ahora, Enarsa despejó esta variable central del proceso de licitación con la adjudicación a Valbol y Cameron Argentina, que había presentado la oferta más económica, de 56 válvulas de 36 pulgadas, un material sensible ya que sirven para operar el ducto.

El gobierno de los EE.UU. publicó su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, la primera de la gestión Biden

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La Casa Blanca subió a su página (cliquear aquí) este 12 de octubre la versión actual de la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Es un documento largo y complejo, que merece un análisis profundo (y lo tendrá, principalmente por las cancillerías de las otras potencias). Nos parece útil reproducir ahora en AgendAR estas breves observaciones de Alejandro Frenkel, del CONICET, doctor en Ciencias Sociales de la UBA y profesor en la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM. Pone énfasis en la mirada hacia nuestra región, y la compara con la ESN publicada en 2017, durante la gestión Trump. Las principales amenazas estatales globales siguen siendo China y Rusia. Mientras que China es un competidor que intenta redefinir el orden internacional a su favor (y cuenta con la capacidad de hacerlo), Rusia es un Estado revisionista que amenaza directamente al sistema internacional. En el texto prima una visión que divide al mundo entre democracias vs autocracias. En ese sentido, plantea la necesidad de promover la democracia «hacia adentro» y «hacia afuera». Dato duro: se menciona 38 veces la palabra «democracia» (en la Estrategia de Seguridad Nacional de Trump sólo aparece 6 veces). ¿Qué dice sobre América Latina? 1) Prioridad a los temas migratorios, cambio climático-transición energética, derechos humanos y democracia. De hecho, afirma que la estabildad democrática y la resolución pacífica de los conflictos son una «tradición» propia y compartida de la región. 2) Habla de amenazas «internas» (pandillas), «trasnacionales» (narcotráfico, crimen organizado) y «externas» («actores malignos»). En ese sentido, habla de cooperar para contrarrestar la injerencia externa de países como China, Rusia o Irán (Doctrina Monroe, recargada). 3) Menciona la prioridad que tienen Canadá y México (T-MEC) para reforzar la competitividad global de EEUU (en la ESN de Trump de 2017 no se menciona a México sino simplemente la alianza con Canadá).