Incremento de costos, disparada de importaciones y caída del consumo afectan la producción.
El costo de la energía eléctrica para el sector textil se incrementó en febrero un 118,2 por ciento respecto del mismo mes de 2017. A su vez, el precio de la nafta súper, que da cuenta de uno de los principales costos de logística, registró un aumento del 36,9 por ciento en la misma comparación interanual. Las pymes de este rubro fabril debieron afrontar en febrero una tasa de interés para el financiamiento en cuenta corriente del 35,8 por ciento, según datos del Banco Central. Toda esta información aparece en el último informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).