Vecinos de diversos barrios y algunas asociaciones de consumidores como Deuco, denunciaron que -tras los sucesivos aumentos en las facturas de energía eléctrica- muchos consumidores buscan alternativas ilegales, recurriendo a las conexiones clandestinas.
También aparecieron ofertas de equipos que le permiten a los usuarios «colgarse» de la red eléctrica durante las horas de mayor consumo, para bajar fuertemente el consumo final.
Esta práctica puede derivar, de acuerdo la legislación, en denuncias penales y multas. En la realidad, las empresas eléctricas prefieren evitar ese camino, engorroso y que perjudica aún más su imagen, y prefieren eludir las inversiones necesarias para brindar el servicio o mantenerlo en buenas condiciones. Un círculo vicioso.