Es la cepa nacional y la que permitió el despegue de la industria vitivinícola argentina.
Llego a la argentina en la mano del agrónomo francés contratado por Domingo Faustino Sarmiento que tomó bajo su dirección la Quinta Agronómica de Mendoza creada por ley de 1853.
Hoy se cultivan 41.301 hectáreas de esta cepa; el 18,7 % de la superficie vitivinícola del país.