Según la primera estimación oficial del Ministerio de Agroindustria, la cosecha de soja cerró en esta campaña en 37,6 millones de toneladas. Por lo tanto, sufrió una merma de 31,6% respecto al ciclo anterior y de 29% frente a lo proyectado al inicio de la siembra.
En cuanto al maíz, con una cosecha de 42 millones de toneladas, la caída es de 15,2%, si se compara con la campaña pasada y 18% por debajo de lo previsto al comienzo de la siembra.
De esta manera, los dos principales cultivos de verano cerrarán en 79,6 millones de toneladas, frente a las 104,5 millones obtenidos un año atrás.
En divisas por menores exportaciones -gracias a que hubo un alza de los precios internacionales, precisamente por la merma argentina- las pérdidas se estiman entre 3.000 a US$ 3.500 millones.