Conferencia de prensa de Dujovne y Caputo: la estrategia y los riesgos

En AgendAR elegimos subir esta conferencia de prensa del viernes 4 a la mañana, en la que el equipo económico del Gobierno Nacional explicó su programa fiscal. Porque consideramos que es la que indica con claridad la estrategia decidida para hacer frente a la situación. La estrategia, no las medidas inmediatas. Además, muestra un estilo de comunicación que -criticado o no- es característico de este gobierno y sus funcionarios.

Las medidas que tomó el Banco Central, como las que pueda tomar en adelante, son para la coyuntura. No pueden ser de otra naturaleza, y todos los agentes económicos lo saben. Fijar una tasa del 40%, obligar a los bancos a reducir su posición en moneda extranjera al 10%, desde el 30% que regía hasta ahora, volcar una parte de las reservas al mercado, pueden servir -han servido- para detener la corrida cambiaria que se desató la semana pasada. No cambian la lógica de la situación. Y como hemos dicho hace pocos días, las «pulseadas» entre los Bancos Centrales y los mercados financieros a la larga tienden a terminar con la derrota de la institución. Le pasó al Banco de Inglaterra, como podría contar George Soros…

Entonces, esta conferencia de prensa. Con un mensaje dirigido específicamente a los inversores extranjeros. Los gerentes de los grandes fondos de inversión que habían empezado a liquidar sus tenencias en LEBACs y otros valores en pesos, para refugiarse en el dólar. El dólar que se está fortaleciendo ante casi todas las otras monedas.

Las tasas que se consiguen en Argentina son mucho más altas que las que se obtienen en países más estables. Pero esos inversores miran el déficit fiscal -se gasta más de lo que se recauda-, el de cuenta corriente -salen más divisas de las que entran-, el comercial -se importa más que lo que se exporta. Y deciden que -aunque tengan simpatía por las políticas de Mauricio Macri, la simpatía es una cosa y los riesgos financieros son otra.

El gobierno actual no tiene herramientas para solucionar los déficits de cuenta corriente y de comercio exterior en el corto plazo. Las medidas obvias están asociadas con el gobierno anterior y van en contra de su filosofía. Además, le costarían la simpatía de quienes lo apoyan.

Así, debe prometer que reducirá el déficit fiscal. El gasto público, que ha sido el motor principal de la economía en estos meses, frente a la caída de muchas actividades del sector privado. Adiós al gradualismo.

La frase clave de la conferencia: «Vamos a modificar nuestra meta desde un déficit primario de 3,2% para este año a uno de 2,7%. Vamos a reducir medio punto porcentual el déficit programado para este año».

El problema con esta estrategia es que está hablando del déficit primario. Es decir, el déficit que no toma en cuenta los pagos de intereses de la deuda pública. Para hacer una comparación grata a los divulgadores de la economía convencional, es como si una familia calculase lo que necesita para cubrir sus gastos. Pero omitiendo las cuotas que tiene que pagar.

Como ya lo dijimos, no practicamos en el alarmismo periodístico. Argentina es un país cuyos «fundamentals», como dicen los contadores, sus recursos naturales y humanos, son muy buenos. Y hay un sector numeroso de la población -¿un 30%?- que no ha restringido sus consumos (aunque ahora esté preocupado). El punto a tener en cuenta es que las razones estructurales de la crisis por la que pasamos no se han modificado.