Un documental en color nos pasea por las costumbres, los autos, las ropas y las comidas de los porteños de hace 50 años. Es una mirada elogiosa y desde «afuera», lo que aumenta su interés para nosotros los argentinos.
Es lo que veía un turista, y la lista de lugares no ha cambiado: de la Boca, a la calle Corrientes, del Palacio del Congreso Nacional a la Casa Rosada, del Cabildo al Teatro Colón, la Avenida de Mayo, Florida, el Puerto, Caminito, El Tigre, Río Paraná y el Hipódromo de San Isidro.
En esos años Argentina tenía plantas automotrices de producción nacional 100%. Y en 1962, según la UNESCO, gracias al sistema educativo público, la Argentina era el país más alfabetizado de las Tres Américas, seguido por Canadá. Por último, el movimiento de cargas del puerto era el más importante del país: hoy ha sido desplazado a otros sobre la costa bonaerense y sobre el Paraná libres de la limitación porteña: ya en 1962 era difícil operar con barcos de más de 10.000 toneladas de desplazamiento por falta de fondo.
La composición misma de cargas varió enormemente: en 1962 entraban bienes de capital, no manufacturas. Y el número fuerte de las exportaciones primarias era comida, no containers vacíos y forrajes.