El Instituto Antártico Argentino (IAA) y su par del Reino Unido, el British Antarctic Survey (BAS), suscribieron en el Palacio San Martín un Memorándum de Entendimiento con el objetivo de fortalecer la cooperación científica en la Antártida.
El documento fue firmado por el Lic. Rodolfo Sánchez, en representación del IAA, y la Prof. Dame Jane Francis, en nombre del BAS, en un acto que se realizó en el marco de la 41ª Reunión del Tratado Antártico que se desarrolla del 13 al 18 de mayo en Buenos Aires.
La cooperación antártica entre Argentina y el Reino Unido en temas de ciencia y conservación, según ambas cancillerías, ha estado presente durante largo tiempo, y ha dado resultados en un amplio temario de disciplinas, como la conservación de recursos marinos, designación de áreas protegidas, supervisión del turismo y preservación de sitios y monumentos históricos. En todas estas actividades ambos países trabajaron juntos con el objetivo de asegurar, con el debido respaldo científico, que la Antártida continúe siendo un continente prístino.
La embajada británica en Buenos Aires dio a conocer un comunicado donde afirma que la Argentina y el Reino Unido fueron actores clave en la negociación del Tratado Antártico. Desde ese entonces, en 1959, y hasta nuestros días ambos países han sostenido firmemente sus principios y objetivos.
El reciente regreso a las operaciones antárticas del Rompehielos Almirante Irízar, con moderna tecnología y un espacio mucho mayor para el desarrollo de actividad científica, junto a la próxima botadura del navío del BAS RRS David Attenborough, proveerá nuevas posibilidades para incrementar la cooperación conjunta.
Para la Argentina, dice el Ministerio de Relaciones Exteriores, el memorándum firmado refleja una nueva manera de abordar la cooperación internacional, firmemente anclada en los principios del Tratado Antártico y con el respaldo de instrumentos bilaterales que garanticen el desarrollo de proyectos a largo plazo. Así, desde 2016, la Argentina ya ha suscripto siete memorándums con miembros del Tratado Antártico (Reino Unido, Chile, China, República de Corea, Japón, Polonia y Noruega); y este viernes se firmará el octavo, con Uruguay.
Hace dos años, la canciller Susana Malcorra visitó la base argentina Carlini e indicó que la cooperación en el continente blanco puede ser un modelo para mejorar las relaciones y lograr objetivos comunes. El actual ministro Faurie ha continuado con la implementación de la Declaración Conjunta de 2016.
La periodista Natasha Niebieskikwiat hizo referencia en Clarín a un artículo del influyente UK Defence Journal que señala un posible motivo para que Inglaterra haya aceptado la colaboración con Argentina en la Antártida: «»Argentina ha dejado ahora de ser una potencia militar capaz» (Argentina has now ceased to be a capable military power).
El Journal informa que las horas de práctica de los submarinistas argentinos hacia 2016 eran de 19 horas sumergidos, bien por debajo de lo necesario. Remarca la escasa cantidad de raciones, de comida y de energía para disponer en las prácticas habituales en otros países en los cuarteles. Y reconoce las dificultades de este país para adquirir equipamiento militar por los vetos del Reino Unido en la industria militar que tiene alto componente fabricado en Gran Bretaña.