Con la presencia del presidente Mauricio Macri se inauguró un parque eólico que generará electricidad para 200 mil hogares. Se trata del Parque Eólico Ingeniero Mario Cebreiro, en el municipio bonaerense de Bahía Blanca. Fue acompañado por el ministro de Energía, Juan José Aranguren; el intendente Héctor Gay; y el presidente de Pampa Energía, Marcelo Mindlin.
La central aportará 100 megavatios (MW) de energía renovable al sistema nacional, un equivalente al requerimiento eléctrico de 200 mil hogares.
Con una inversión de $ 3000 millones, se trata del primer parque eólico enmarcado en RenovAr, el programa del Gobierno de abastecimiento de energías limpias a partir de fuentes renovables, que desde 2016 lleva 147 proyectos adjudicados en 21 provincias por un total de casi 4500 MW.
De las concesiones realizadas por el Ministerio de Energía y Minería de la Nación, 41 son proyectos solares, 34 eólicos, 18 de biomasa, 14 pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, 36 de biogás y 4 de biogás de relleno.
El Parque eólico Mario Cebreiro está ubicado en la localidad de Corti, junto a la Ruta Provincial 51 y a unos 20 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca.
Cada uno de los 29 aerogeneradores de cuatro tramos de torre consta de una turbina y tres aspas y entregará la producción a la subestación eléctrica Bahía Blanca.
También se están construyendo en esa localidad y en el municipio de Coronel Rosales otros dos parques de 50 MW cada uno que, con una inversión total de 3200 millones de pesos, está previsto que se pongan en marcha a comienzos de 2019.
En AgendAR consideramos que la energía obtenida a partir del viento puede cubrir en el futuro muy cercano una parte importante de las necesidades de nuestro país, especialmente en el Sur. Y, como todas las que no consumen carbón o petróleo, es vista con buenos ojos por los organismos internacionales en el actual clima de preocupación por el calentamiento global.
En el campo fotovoltaico solar la Argentina tuvo varios proyectos de placas propias, pero de escala académica o muy «de nicho»: las de algunos satélites de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) fueron diseñadas y fabricadas por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Pero no incursionó masivamente en la producción de energía para grandes redes. Es casi inevitable que estas licitaciones se las lleven proveedores extranjeros: nos llevan décadas en mejorar la eficiencia de conversión de energía lumínica a eléctrica.
Pero -como ya hemos dicho en varios artículos- es de lamentar que pese a que existen productores nacionales de grandes turbinas eólicas (IMPSA, INVP, NRG), dos de ellos de fama mundial como exportadores de sistemas tecnológicos, y varios más de turbinas medianas, se dé total preferencia a la oferta extranjera. Por ahora, el único insumo nacional es el viento. Y sale gratis.