El Gobierno se enfrenta a un problema más serio que el proyecto de ley sobre tarifas que está en el Congreso y que en última instancia, si se sanciona, puede ser vetado por el presidente Mauricio Macri. La cuestión más urgente es que con inflación creciente, las facturas de energía pueden resultar impagables para pequeños comercios, hoteles y pymes, y sobre todo para los hogares que deberán afrontar la boleta de gas por los consumos de invierno, generando una situación de incobrabilidad que se extendería por la economía.
La razón es que el esquema de ajustes de tarifas que pensó el ministro Juan José Aranguren se basó en supuestos que hoy no se cumplen: tipo de cambio en leve flotación hacia $20 a fin de año, inflación en retroceso y un crecimiento económico moderado.