Tal como estaba previsto la conducción del FMI que lidera Cristine Lagarde se reunió en Washington para evaluar la carta de intención presentada por el Gobierno argentino y dio su OK al préstamo de US$ 50 mil millones. Aunque en esta primera etapa el gobierno de Macri recibirá U$S 15.000 millones.
La «Carta de intención, el Memorándum de Políticas Económicas y Financieras y el Memorándum de Entendimiento Técnico entre Argentina y el FMI», consta de 33 carillas, en la que el Gobierno se compromete a:
– Fortalecer el marco institucional y de metas de inflación del Banco Central reforzando su autonomía y estableciendo un sendero para la inflación realista, que tome en cuenta las implicancias de la reciente volatilidad del mercado pero, no obstante, busque bajar la inflación a un dígito para fines de 2021.
– Disminuir las tensiones en nuestro balance de pagos, permitiendo operar flexiblemente a nuestro tipo de cambio como un amortiguador de shocks, incrementando nuestras reservas internacionales, disminuyendo nuestro déficit de cuenta corriente, y reduciendo nuestras necesidades de financiamiento externo.
– Proteger a los sectores más vulnerables de la carga de esta necesaria recalibración de la política económica. «El objetivo final de este plan es dinamizar la actividad económica, crear nuevos empleos, hacer más atractivo invertir en nuestra economía, reducir la pobreza, mejorar la cohesión social y elevar los estándares de vida de todos los argentinos».