El dólar subió 63 centavos hoy jueves, a $ 28,68. Es su tercera alza en tres días. El aumento de la subasta de dólares que hace el Central a u$s 150 millones no alcanzó para frenar por completo el aumento.
Hoy también subió el «riesgo país» un 2,2%, rozando los 600 puntos. Y el índice Merval de los valores locales -en especial de bancos y empresas de energía- no se ha recuperado de la caída, la mayor por lejos en los mercados «emergentes», que sufrió al mismo tiempo que el Fondo Monetario Internacional aprobaba un préstamo récord a la Argentina.
En AgendAR informamos debidamente de estas vicisitudes (aunque tengamos claro que la especulación financiera tiene una lógica de «casino», bien distinta de la actividad productiva). Pero no nos interesa sumar lectores anunciando catástrofes.
Lo que nos parece necesario decir es que recibir un préstamo sin precedentes del F.M.I. no ha alcanzado para dar confianza a los inversores. Y que tratar de usarlo «en cuotas», para detener el alza del dólar (= la devaluación del peso) aparece como una estrategia muy equivocada. Que a lo sumo puede servir para que algunos de esos inversores vendan sus bonos y acciones argentinos sin perder demasiado al «irse» al dólar… y al exterior.
Hay un problema estructural de la Argentina hoy: la escasez de divisas. Agravado por decisiones políticas equivocadas. La solución deben darla los políticos: no hay otra forma en una sociedad moderna. Pero los empresarios -grandes, medianos, y pequeños- deben reflexionar cuidadosamente en sus intereses estratégicos, y decidir cuáles son las políticas que están dispuestos a apoyar y los costos que están dispuestos a asumir. La improvisación y el corto plazo nos han llevado donde estamos.
Abel B. Fernández