Luego de un 2016 con niveles de inversión extranjera directa (IED) en mínimos históricos (US$3260 millones), Argentina triplicó la entrada de capitales productivos el año pasado y alcanzó los US$11.517 millones, de acuerdo con el informe anual de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Según el organismo que depende de Naciones Unidas, el país registró el año pasado un incremento del 253% en su volumen de IED, luego de que en 2016, el primer año de Mauricio Macri como presidente y tras la eliminación de los controles, estuviera afectado por un incremento en la remisión de utilidades -no sólo las de ese año, sino también el acumulado en los años anteriores- que afectó la inversión.
Sin embargo, las inversiones en el país representan solamente el 4% del total de la región, muy por detrás de Brasil, México, Chile, Colombia y Perú.
De acuerdo con estas estimaciones, Brasil se mantiene como el principal receptor de IED en la región: el año pasado captó un 37%. Luego se ubicaron México (26%), Chile (13%), Colombia (8%), y Perú (5%).
«La Argentina retornó a valores similares al promedio de inicios de la década de 2010. El crecimiento de la reinversión de utilidades, que por cambios regulatorios había caído de forma sustantiva en 2016, y el aumento del flujo de préstamos entre compañías originaron la subida, mientras que la inversión correspondiente a aportes de nuevo capital se redujo. Las empresas de la Argentina mantuvieron su atractivo como objetivo de fusiones y adquisiciones, en particular en los sectores de la minería y los servicios», indicó la Cepal en su informe.
A su vez, el organismo explica que la caída continuada de la IED desde el año 2011 se explica en parte por la caída en los precios de los productos básicos de exportación, que han generado una baja en las inversiones en las industrias extractivas, y por la recesión económica que se registró en 2015 y 2016, principalmente en Brasil.
Estas dos tendencias, sin embargo, fueron parcialmente revertidas en 2017 cuando la región retomó el crecimiento (1,3% del PBI) y los precios del petróleo y metales subieron. «Esta alza de precios hizo que se recuperara la rentabilidad de la inversión, tras varios años de caída, lo que también empujó la reinversión de utilidades, pero no ha sido suficiente para que se recuperara la IED en las industrias extractivas», indicó.
La Cepal destacó la posición clave en la explotación del litio que tiene el llamado «triángulo del litio», conformado por la Argentina, Bolivia y Chile, que cuenta con la mitad de los recursos de litio identificados en el mundo: el 18% en la Argentina, el 17% en Bolivia y el 16% en Chile.
«En los últimos dos años el precio del litio ha mostrado una fuerte tendencia creciente, con incrementos del 16% en 2016 y del 60% en 2017. Este escenario ha impulsado el interés de las firmas transnacionales por la explotación de litio en la región: en la Argentina han emprendido nuevos proyectos firmas canadienses», señaló en el informe.