Aunque se venía insinuando en esa dirección, ahora el Gobierno decidió oficialmente dar marcha atrás al acuerdo de precios con las petroleras que postergaba aumentos por 60 días. Pese a que esta idea la promovió Juan José Aranguren, su sucesor Javier Iguacel decidió ir en otra dirección.
De hecho Iguacel ya y les notificó a las empresas que los valores de los combustibles en la Argentina son libres por lo que el Gobierno no va a negociar los precios. Y se lo dijo a los presidentes de YPF, Miguel Gutiérrez; de Shell, Teófilo Lacroze y a ejecutivos de Axion, para notificarles de la decisión.
El titular de la cartera de Energía en declaraciones a Radio Mitre, manifestó: «Lo que está pasando es que algunas empresas se acostumbraron a un sistema y a un método y no quieren competir. No hay ninguna razón para que falte combustible. Un poco pareciera que está pasando eso. Creo y confío que 40 millones de argentinos eligiendo dónde comprar al mejor precio van a ser más eficientes. No hay ninguna restricción. Hay libre mercado», dijo.
Esta decisión se toma cuando hay denuncias que las empresas están aplicando restricciones a la compra de combustibles. El presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (CECHA), Carlos Gold, advirtió ayer que las petroleras pusieron «cupos» para la entrega de combustibles.