«Rota 2030»: como el futuro plan automotor de Brasil puede afectar la industria argentina

El presidente Michel Temer, presentó en el Congreso el plan Rota 2030 (Ruta 2030), un programa de incentivos fiscales y de nuevas reglas para la industria automotriz brasileña, que apunta a atraer nuevas inversiones para el sector. El proyecto de Ley abarca desde beneficios impositivos hasta nuevas exigencias ambientales y de seguridad.

Desde la Argentina, la propuesta es vista con recelo. El plan Rota 2030 tiene objetivos más claros y ambiciosos que el Plan Un Millón, anunciado hace un año por el presidente argentino Mauricio Macri.

  • El temor argentino es que Rota 2030 acapare las inversiones que «Un Millón» planeaba atraer a nuestro país.

Por ese motivo, el nuevo ministro de Producción, Dante Sica, se reunirá esta semana con su par brasileño, Marcos Jorge. El objetivo: evitar que el Rota 2030 genere desequilibrios en el Mercosur, que perjudiquen a la industria automotriz argentina.

Los puntos más destacados del plan Rota 2030 son los siguientes.

* INVERSIONES: El plan Rota 2030 fue elaborado a pedido de las automotrices, que a cambio de la aprobación de un marco normativo previsible para los próximos 12 años, se comprometieron a invertir 1.300 millones de dólares para desarrollar y fabricar nuevos modelos de autos en Brasil. Además, el Gobierno brasileño se comprometió a brindar beneficios fiscales para las inversiones relacionadas con la “Innovación Tecnológica” y la “Cadena Productiva”, que en buena parte estará destinada a las empresas autopartistas del país vecino.

* AMBIENTE: Todas las automotrices que vendan vehículos en Brasil deberán presentar un plan para reducir el consumo promedio de sus modelos durante los próximos 12 años. Al ser un promedio, permitirá que algunas marcas tengan autos más contaminantes, pero deberán compensarlo con la oferta de productos más moderados.

* IPI: Es el Impuesto sobre Productos Industrializados, uno de los gravámenes más importantes que pagan los autos vendidos en Brasil. La tasa varía del 7% al 25% y se aplica básicamente en función de la cilindrada del vehículo. Es el impuesto que ayudó a difundir en Brasil la nueva generación de autos 1.0 con turbo, por la gran ventaja impositiva que tienen. En Argentina ese beneficio no existe ni hay planes de implementarlo. El Rota 2030 planteará una actualización del IPI.

* SEGURIDAD: Las automotrices argentinas agrupadas en Adefa consiguieron mediante un lobby que el Gobierno nacional postergara el control de estabilidad (ESP) obligatorio para los nuevos modelos hasta 2020. Iba a regir desde 2018, pero las terminales locales se escudaron en la necesidad de igualarse con la normativa brasileña. Bueno, hay malas noticias para los lobbistas: el Plan Rota 2030 cambiará esas reglas. El Gobierno brasileño premiará con una reducción de hasta dos puntos en el IPI a las automotrices que incorporen nuevos dispositivos de seguridad a sus vehículos.

* HÍBRIDOS y ELÉCTRICOS: El actual IPI se aplica sobre la cilindrada de un vehículo, algo que no se puede medir en un auto eléctrico. Por eso, el Plan Rota 2030 creará una nueva categoría impositiva para los vehículos impulsados por energías alternativas, incluyendo a los híbridos. También se establecerán tarifas unificadas para la recarga de baterías en la vía pública.

VIAArgentinaAutoBlog