Un estudio científico de la Universidad de Harvard arrojó resultados novedosos para los usuarios argentinos hiperconectados y cada vez más dependientes de su teléfono inteligente. La inquietud surgió sobre una problemática habitual por estos tiempos: ¿qué ocurre si nuestra relación con los teléfonos móviles afecta nuestras relaciones personales?
Sobre este punto, aunque parezca descabellado, la industria fabricante de dispositivos móviles impulsó la iniciativa. Para conocer el impacto, la doctora Nancy Etcoff, especialista en comportamiento de la mente, el cerebro y la ciencia de la Felicidad de la Universidad de Harvard, realizó un estudio compuesto por diez preguntas que estaba enfocado en dos cuestiones: analizar los comportamientos y hábitos de uso del smartphone en diferentes generaciones para comprender el impacto que tienen en las relaciones con uno mismo, con los demás y con el entorno físico y social.
El test anónimo y online, logrado a través de un acuerdo entre la institución académica y la firma Motorola encuadró a los usuarios en cinco niveles:
- Phone-Sapiens,
- Phone-Consciente,
- Phone-Enamorado,
- Phone-Fanático,
- Phone-Dependiente.
En total participaron 46 mil personas, de las cuales el 67,75% fueron hombres y 31,27% mujeres.
Según el test, el usuario promedio de Argentina tiene un equilibrio mayor a la hora de usar su Smartphone que el resto de los países de la región.
- El 38% de los argentinos es phone-consciente, es decir, vive con su teléfono, “pero no en él”.
Lo utiliza para ahorrar tiempo y energía que podría invertir en cosas que realmente le importan. Sabe que el equilibrio entre el celular y su vida es algo que necesita cuidar y trabaja para mantenerlo.
El 13% de los argentinos bien puede clasificarse como phone-sapiens: son personas que lograron un gran equilibrio a la hora de usar sus teléfonos. Lo utilizan poco y nada.
El segundo grupo más numeroso, que enciende la luz de alerta, con un 34,6%, fue el nivel que se encuentra exactamente en el medio de la escala: el phone-enamorado. Son personas que sienten ansiedad cuando no tienen el teléfono cerca, y que lo usan en cualquier momento sólo porque está ahí.
Entre las personalidades que destaca Nancy Etcoff también están los phone-fanáticos, puntualmente, el 14% de los usuarios argentinos. Son aquellos usuarios propensos a la obsesión por su celular. De hecho nunca lo apagan, incluso, en las noches junto a su cama.
Finalmente los phone-dependientes, aquellos que nunca dejan de utilizar su teléfono. Si bien se encuentran por debajo del 1% de los argentinos, su relación con el celular lo lleva a revisarlo a toda hora.
Separarse de su teléfono, aún por solo algunos minutos, los hace sentir estresados. Esta categoría abarca a los usuarios cuya adicción está deteriorando la relación con sus familiares y amigos. Otro dato crucial para los argentinos: el 64% va con su teléfono al baño.