La devaluación está impactando en el precio de muchos de los materiales que se usan en la construcción. Por eso se prevé que se perderán este mes alrededor de 2.000 puestos de trabajo, en gran medida en la obra pública distribuida en el Gran Buenos Aires y las provincias. Una tendencia negativa que continuará al menos hasta octubre, según empresarios del sector.
En la obra pública, a pesar de anuncios oficiales sobre la normalidad en los planes, existen retrasos en los plazos de ejecución: las transferencias de la Nación a los distritos pasaron de un tiempo promedio de 60 días a 120 días.
«En el mejor escenario, julio tiene una pérdida de puestos de trabajo de entre 1.000 y 2.000 operarios de la construcción», dicen en las empresas. Esta coyuntura ha provocado un debilitamiento en la cadena de pagos debido a que el freno o la desaceleración de los proyectos en marcha afecta el pago a los proveedores.
De acuerdo con un informe de la consultora Economía & Regiones, los metros autorizados disminuyeron 22,6% en mayo en relación a mayo 2017,y un 6,6% en el acumulado de los primeros cinco meses del año. Ya se está observando que las mismas emplean menos personas.
El consumo de cemento a granel (asociado a grandes obras de infraestructura) cayó 2,3% en mayo, y el consumo en bolsa disminuyó 5,8%. Las caídas más pronunciadas se dieron en Catamarca (-28%), Jujuy (-17,6%) y Entre Ríos (-16,3%). En sentido contrario, Misiones (+39%), La Pampa (+23,7%) y Mendoza (+11,9%) fueron las provincias con mayor suba interanual en mayo, según la consultora.