En uno de cada cuatro hogares del país vive al menos una persona con algún tipo de dificultad. El dato surge de los resultados preliminares del Estudio Nacional sobre Personas con Discapacidad presentado por el Indec.
En la última encuesta nacional de 2003/2004 la relación era de uno cada cinco. El nuevo informe también arrojó que el 10,2% -es decir, más de 3.500.000 argentinos de seis años y más– presenta algún tipo de dificultad. Y la incidencia crece con la edad, sobre todo entre las mujeres.
Si se promedia la situación en todo el país, el 25,3% de los hogares tienen al menos una persona con dificultad. Al dividirlo por regiones señalan que Cuyo cuenta con el porcentaje más alto (28,7%) mientras que en la Patagonia figura el más bajo (22,1%). En todos los casos, se contempló a poblaciones de localidades de más de 5.000 habitantes.
Durante el relevamiento, el 59% de los mayores de 6 o más declararon experimentar una sola dificultad. En tanto, el 30,5% dijo tener dos dificultades o más. El 10,5% restante sostuvo que no presentaba ninguna dificultad aunque, sin embargo, contaba con un certificado de discapacidad vigente.
La dificultad más prevalente es la motora. Sin embargo, en el análisis que se realiza por edad se evidencia que entre los niños y preadolescentes de 6 y los 14 años predominan los casos de dificultades mentales-cognitivas (48.3%). Es decir de problemas de habla, comunicación, aprendizaje y entendimiento.
Pocos de los que manifestaron tener algún tipo de dificultad cuentan con un certificado vigente. Seis de cada diez no lo tienen y un 9,5% de los que sí lo hicieron, no lo utilizan. En tanto, los que cuentan con dicha credencial y la usan dijeron que les sirve, principalmente, para viajar gratis en el transporte público, para la cobertura integral de medicación y para prestaciones de rehabilitación y educativas.
En esta misma línea, Cecilia Rodríguez Gauna, directora de Estadísticas Poblacionales del Indec, contó que si bien había un dato del Censo 2010 sobre el tema, no era del todo preciso. «Por eso es tan importante este estudio que suma detalles que no se medían desde la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad 2003/2004”.
Para Pablo Molero, coordinador del Foro para la Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad, “tener datos siempre es significativo aunque el tema es después ver qué se hace con eso”. “Hay que pasar a la acción, tomar medidas concretar para evitar las principales barreras a las que se enfrentan a diario”, sostuvo Molero sobre ciertas trabas culturales y materiales.