Desde INVAP afirman que buscarán reinventarse en el negocio de la tecnología

La sede de la principal compañía tecnológica argentina.
La sede de la principal compañía tecnológica argentina. (GTA INVAP)

En una reciente entrevista realizada por el diario PERFIL, el doctor Vicente Campenni, gerente general de INVAP, salió a aclarar el presente, y a esbozar el futuro de la compañía:

«El problema que tratamos de solucionar esta semana con el jefe de Gabinete, el ministro de Ciencia, Barañao, y el gobernador Weretilneck fue sobre el flujo de fondos cuya demora nos estaba elevando mucho los costos financieros. Pero la verdad es que fue una reunión pautada antes de que se disparara este debate tras la visita del Presidente a Bariloche».

Según Campenni, tras el acuerdo la empresa ganará previsibilidad. “A partir de agosto llegarán pagos por $ 1.050 millones que nos permitirán saldar deudas y ponernos al día”.

También dijo que espera poder volver a cancelar en un solo pago los salarios de los casi 1.400 técnicos y empleados, muchos de los cuales venían cobrando en cuotas. Y negó que vaya a haber despidos.

“Si el flujo de fondos se estabiliza como nos prometieron, con los proyectos actuales hasta es posible pensar en crecer en especialistas. Además, aunque se postergue algún tema, nuestra gente puede aplicar su know-how a otros proyectos”.

—¿Qué contratos siguen?
Se ratificó la serie de satélites Saocom y Sabia-Mar, el reactor RA10, el Carem y todo lo de medicina nuclear. En temas de seguridad los radares primarios y móviles para control de frontera y una docena de radares meteorológicos. También el desarrollo de un nuevo sistema para ayudar a los aviones en la aproximación a aeropuertos, junto con ANAC.

—¿Y cuáles se cayeron?
El Arsat 3 se pospuso, pero seguimos trabajando el tema porque pensamos que saldrá más adelante; y es una tecnología que puede ser exportable para otros satélites de comunicaciones. Y la futura central de potencia que se iba a hacer en Atucha con China, no era un contrato nuestro sino de la CNEA, y otras empresas del rubro. Los contratos con la Armada no llegaron a firmarse.

Según la empresa, el backlog (trabajos confirmados pendientes de ejecución) actual ronda los US$ 800 millones incluyendo los de clientes argentinos y de otros países. La diferencia la situación de hace unos años es que antes había más convenios nacionales y ahora cambiará esa relación.

“El objetivo que nos pusimos para los próximos tres años es lograr que alrededor del 60% de la facturación de Invap provenga de exportaciones de tecnología, y el resto, de contratos locales”.

¿De dónde podrían salir los futuros negocios?
—Es difícil de prever pero pensamos que es posible crecer con nuestro perfil de vanguardia en áreas como Internet de las Cosas, telemedicina, medicina nuclear y agronomía de precisión. También imaginamos nuevas líneas de negocios en energías renovables, con desarrollos propios. Tal vez no vamos a reinventar la rueda en ese rubro, pero sí pensamos que es posible agregar valor y transformaciones tecnológicas de nuestros expertos”.

Desde la oposición se alzaron numerosas voces en defensa de la compañía. El senador rionegrino Miguel Ángel Pichetto consideró “lamentable” la decisión oficial. “Espero que en un tiempo no nos terminemos enterando de que haya casos de empresas extranjeras accediendo a contratos similares a los que ahora se le están cancelando al Invap”.

Por su parte, el diputado Roberto Salvarezza afirmó: “Lo de INVAP es una foto, pero la película de todo el sector de ciencia y técnica en Argentina es siniestra. El Gobierno está cancelando todos los proyectos tecnológicos, desde el plan nuclear hasta los satélites”.

Para Diego Hurtado, investigador de la Universidad de San Martín, “lo concreto es que INVAP tenía US$ 1.000 millones en contratos con el Estado que bajan a US$ 300 millones”. Y advirtió que “si no llegan los fondos comprometidos, se habla de que podría haber hasta 400 despidos”. “No hay que olvidar que son profesionales muy capacitados, que podrían emigrar a otros países”.

En AgendAR nos interesa señalar que -más allá de las comprensibles posturas de oficialistas, opositores y perjudicados, y también de los análisis sectoriales que seguiremos publicando- comprobamos que INVAP se ha convertido en una «empresa de bandera» para los argentinos. Una que simboliza nuestra capacidad de desarrollo tecnológico nacional.

VIAPerfil