En el primer trimestre de este año, en la Ciudad de Buenos Aires, había 491.373 pobres, equivalente al 16% de los 3.064.463 habitantes porteños. De ese total 131.760 eran indigentes, el 4,3%, de acuerdo a la medición de la Dirección de Estadísticas y Censos porteña .
Con relación igual periodo de 2017, hay 35.373 pobres más porque entonces la pobreza afectaba al 14,9% de la población porteña, sumando 456.000 personas. Se descuenta que el número de indigentes y pobres debe haber aumentado más en el segundo trimestre cuando se aceleró el deterioro de la situación económica y la inflación pegó un nuevo salto afectando más a los sectores de menores ingresos.
En cambio, por razones de estacionalidad, la pobreza disminuye con relación al IV trimestre de 2017 cuando alcanzó el 17,7% (541.000 personas).
El Informe oficial porteño marca que, además, hay otras 266.442 personas (8,7% del total) que pertenecían a los sectores “no pobres vulnerables” y 270.209 (8,8%) a la “clase media frágil”, así definidos porque “ante una eventual disminución del poder adquisitivo de los ingresos familiares, por ejemplo, por la suba de precios por encima de sus ingresos, o ante la pérdida del empleo o de ingreso de alguno de sus miembros, tienen una probabilidad alta de caer en los estratos más bajos”.
Así uno de cada 3 porteños atraviesa por una situación de fragilidad social porque cuenta con recursos que bordean o están por debajo de la línea de pobreza. La medición corresponde a la pobreza por ingresos, es decir, las personas, familias y hogares que tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza o de indigencia.