Nueva York no otorgará nuevas licencias por plazo de un año para la empresa de transporte Uber y otras similares, según decidió el concejo deliberante de la ciudad.
Durante ese plazo el Gobierno local evaluará los efectos en el medio ambiente, el tráfico y el sector de taxis, cuyos conductores se han quejado de la creciente congestión de tránsito y la caída de los ingresos debido al aumento de la competencia.
«Nuestra ciudad enfrenta directamente una crisis que está llevando a los trabajadores de Nueva York a la pobreza y a nuestras calles al embotellamiento. El crecimiento incontrolado de las empresas de vehículos basadas en aplicaciones ha requerido medidas y ahora las tenemos», escribió a través de Twitter el alcalde la ciudad, Bill de Blasio.
La medida también afecta a empresas similares como Lyft, y habrá excepciones para aquellos vehículos con accesibilidad para discapacitados. La legislación habilita además la posibilidad de establecer tarifas mínimas para los conductores de Uber en Nueva York.
- En Argentina, Mendoza se convirtió en la primera provincia del país en permitir que funcione Uber.
Empresas como Uber y Lyft argumentan que limitar la emisión de licencias «dejará tirados» a muchos habitantes, que se enfrentan al racismo, o de bajos recursos, fuera de Manhattan, que tendrán que recurrir al deficiente sistema público de transporte -el metro pasa por horas críticas-, y de ello se hicieron eco los concejales que votaron en contra.