Las medidas a estudio para frenar la pérdida de reservas

Frente al reciente «viernes negro», cuando se disparó el dólar y el riesgo país, y al próximo «supermartes», el gabinete económico y el Banco Central se encuentran abocados a delinear algunas medidas con el objetivo de proteger las reservas y enviar señales que calmen a los mercados.

El primer punto es clave para lograr el segundo. Ya que el nivel de reservas del Central, que cerró el viernes por debajo de los US$ 57 mil millones, empieza a preocupar por la pérdida de dólares que se ha registrado en muy poco tiempo.

Desde que se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta ahora, no llega aún a dos meses, se perdieron cerca de US$ 6 mil millones.

Se estaría tratando de cerrar muy pronto un acuerdo que permita alargar los plazos y a estirar los vencimientos de las LEBACs e instrumentar otro mecanismo de regulación de liquidez que no lleve a ese tipo de concentración de pagos, que finalmente termina haciendo presión sobre el tipo de cambio.

También se dialoga con un grupo de bancos sobre un posible acuerdo llamado “repo”, por el cual podría conseguirse un préstamo de hasta US$ 50 mil millones para engrosar las reservas, mientras en paralelo también se retoman diálogos con el Banco de Basilea para tener abiertas líneas de fondeo.

Además, la gestión anterior del Central había reactivado contactos para duplicar el swap de monedas con China, conversaciones que no se han frenado.

Las decisiones se analizarán con los técnicos del FMI –que hoy inician su visita. Pero desde las autoridades locales se piensa en endurecer algunos aspectos de la política monetaria, restringiendo los encajes y haciendo cambios en el esquema de subasta de dólares.

También se considera -con algo de vacilación- establecer restricciones a la libertad que han gozado los exportadores, especialmente en el sector cerealero, para ingresar los dólares al país producto de sus ventas al exterior.

Finalmente, un punto tal vez más delicado: lograr que el Fondo acepte flexibilizar el convenio que establece límites rígidos a cualquier intervención en el mercado cambiario, más allá de las ya autorizadas. Uno de los dogmas centrales del FMI es un tipo de cambio libre. Sin embargo, en el Central dicen que en el acuerdo está previsto que “si hay disrupción” pueden intervenir.

Nuestra posición en AgendAR, que hemos sostenido a lo largo de estos meses y que ampliaremos en una nueva nota de Opinión, es que intentar solucionar los problemas de la economía argentina exclusivamente a través de mecanismos financieros es imposible. Y si éstos sólo contemplan más endeudamiento en divisas, llevan al desastre.

VIAPerfil