El precio del dólar, las tasas, el riesgo país, y los anuncios oficiales

En AgendAR evitamos desde el comienzo de nuestras publicaciones el «catastrofismo», aunque el dólar y el casino financiero dieron abundante ocasión para ello en estos meses.

Nuestro criterio parte de distinguir entre las calamidades que agitan a la «city», unas manzanas en el centro porteño, a inversores y especuladores; y los problemas de la actividad productiva argentina, y la caída de los ingresos y del consumo en la población, el mercado interno. Pero no podemos dejar de tener en cuenta las consecuencias inevitables de las políticas financieras para los empresarios y los trabajadores.

Ayer hemos vuelto a sufrir otra tormenta cambiaria. Super anunciada. El dólar superó la barra sicológica de los 30 pesos y sólo lo contuvo el anuncio oficial: hoy se pondrán a la venta 500 millones de dólares de las reservas.

El «riesgo país», el plus que debería pagar Argentina para endeudarse -teórico; hoy nadie le presta- llegó a 748 puntos, y ningún anuncio lo detuvo.

En estas condiciones, la economía real está «en pausa», hasta cuando y si se remuevan los factores de inestabilidad. (La investigación judicial en curso que toca a los contratistas de obra pública y empresas energéticas es uno de ellos).

El gobierno ha decidido -con el aval, no sabemos si renuente, del FMI- que el primero a enfrentar es la «bomba» de las LEBACs. Hay motivos para ello, es cierto. Son títulos de corto plazo y de interés altísimo. Y su monto crece semana a semana, siempre con la amenaza latente que los fondos que no se renuevan se pasen al dólar y disparen una hiperinflación.

Por eso ayer el Banco Central dio el siguiente comunicado, que describe la situación que enfrenta (el país), y lo que la conducción del BCRA quiere conseguir:

«Buenos Aires, 13 agosto de 2018. El BCRA anuncia un nuevo componente en la estrategia de reordenamiento de los instrumentos con los cuales implementa su política monetaria. El mismo se centra en la eliminación gradual del stock existente de LEBAC que asciende aproximadamente a 1 billón de pesos, de los cuales la mitad está en poder de entidades bancarias y el resto en manos de entidades no bancarias tales como fondos comunes de inversión, organismos públicos, empresas, individuos y no residentes.

Al culminar este proceso el stock de instrumentos emitidos por el BCRA será significativamente inferior al actual y los únicos tenedores de estos instrumentos serán los bancos del sistema financiero local. Esto permitirá mejorar la eficacia de la política monetaria para combatir la inflación, reducir las vulnerabilidades en el mercado cambiario, fomentar el desarrollo del sistema financiero y fortalecer nuestra economía«.

Para seguir leyendo y conocer las medidas planteadas, cliquee aquí.

En la opinión de AgendAR, y de algunos economistas no comprometidos con la actual gestión con los que conversamos, estas medidas son triviales y/o irrelevantes al problema central.

Porque ese no es las LEBACs, aunque es evidente que su emisión indiscriminada ha sido una pésima idea del anterior presidente del BCRA, Sturzenegger. El problema central es el endeudamiento en sí. Haber creído que recurrir que al crédito externo era sustituto del crecimiento genuino. Y no aceptar que, ahora que el experimento ha fracasado, nadie prestará sino en condiciones leoninas, que agravarán ese problema.

El único hecho concreto es la anunciada venta de 500 millones de dólares. Que el mercado va a devorar, y a esperar por la próxima venta. Es una historia repetida por la que ha pasado hasta el Banco de Inglaterra, con los mismos resultados.

En AgendAR tampoco queremos tocar una nota derrotista, porque no corresponde. En el lenguaje de los contadores, la empresa Argentina tiene buenos «fundamentals»: un territorio extenso (sólo el continental es el 8° en el mundo), fértil y con buen riego en gran parte de su superficie, muchos recursos naturales, una población con buen nivel educativo y sanitario, una base industrial y tecnológica adecuada en muchos rubros… Sólo necesita una buena gestión.

VIABCRA