“En el primer cuatrimestre de 2018, el consumo privado creció a buen ritmo”, dice Ecolatina. En rigor, las ventas de bienes durables y turismo en el exterior batían récord mientras que el consumo masivo se recuperaba.
Sin embargo el escenario cambió drásticamente en el bimestre mayo-junio: “el gasto en bienes durables y turismo emisivo, que trepaba a tasas chinas, pasó a caer fuertemente, y el consumo masivo volvió a descender”, afirman desde la consultora.
- ¿Qué pasará con el consumo en lo que resta del año? Las expectativas para el segundo semestre no son alentadoras.
“La pérdida de ingreso real de las familias (salarios, prestaciones sociales y empleo) más la elevada tasa de interés, generarán una contracción del consumo privado en la segunda mitad del año. Además, esperamos una significativa reducción del consumo público (que sólo representa 15% del consumo agregado) para cumplir con las restrictivas metas fiscales acordadas con el FMI. Por ende, el principal componente de la demanda interna presentará una caída significativa”, dicen, sin vueltas.
El salario real cayó 1% en el primer semestre principalmente por el salario del sector público (-2,3%). Producto de la aceleración inflacionaria, la tendencia se profundizará en la segunda mitad del año provocando pérdidas cercanas al 7% (lideradas por el sector público y, en menor medida, los trabajadores informales).