Hispamar suma proyectos de banda ancha satelital para Argentina

La empresa española Hispamar, sigue creciendo en los «cielos abiertos» (unilateralmente) de Argentina. Esta noticia la confirma Sergio Chaves, director de Negocios para América del Sur de la compañía.

Hispamar Satélites (Hispamar) está ubicada en Río de Janeiro, Brasil y es una filial del Group Hispasat, operador español de satélites para telecomunicaciones.

Según Chaves: «Es un momento de mucha competencia, en el que hay muchos satélites nuevos. Hispamar lanzó tres en menos de dos años y, pese a la crisis que viven Argentina y Brasil en materia económica, está comenzando a repuntar el mercado de satélites”.

La expansión de Hispamar en Sudamérica ha sido notable. El 64,9% de los ingresos de la firma de telecomunicaciones satelitales española viene de la región. No se trata de poca plata: en 2016, eran 228 millones de euros.

En la Argentina, el lobby de Hispasat, ejercido desde principios de 2016 a través del difunto Ministerio de Telecomunicaciones y con la firma de Oscar Aguad, empezó haciendo suspender indefinidamente el ARSAT-3 de la empresa estatal argentina ARSAT SA, que le hacía una incipiente competencia con sus satélites 1 y 2 dentro del territorio nacional.

Luego aquel Ministerio libró autorizaciones a satélites españoles que ya venían operando sobre la Argentina ilegalmente y sin licencia. Primero los blanqueó, y acto seguido penalizó a Hispasat con una multa de U$ 75.000 por años de operación ilegal y millonaria en desmedro de ARSAT SA. Con esto, el total de aparatos Hispasat que cobra por operar en Argentina se elevó a 4 y el grupo español va por más.

En los hechos, la perjudicada ARSAT con sus dos satélites iniciales apenas llegó a tener el control del 20% del mercado nacional en 2015, pero sus planes eran construir 6 más, de ancho de banda cada vez mayor, y de proyección continental: el ARSAT-2, aunque es un aparato pequeño, puede dar servicios en las Tres Américas. Los españoles decidieron extirpar la amenaza a tiempo: con comienzos en 2014, ARSAT SA había vuelto a la Argentina, fuera de EEUU, el único país en el continente americano capaz de diseñar, construir y operar satélites geoestacionarios de telecomunicaciones. Era el octavo y no bienvenido miembro a un grupo muy chico de 7 países donde trabajan unas 20 empresas a cargo de una mundial de aproximadamente 460 satélites.

Más allá del perjuicio para la Argentina en pagar a un proveedor español por servicios que podría estar dando y cobrando el estado nacional, hay otros sectores perjudicados. En primer lugar, la empresa barilochense INVAP, constructura de los satélites de ARSAT, que tras haber expandido sus equipos humanos y técnicos para diseñar e integrar un total de 8 satélites, según establecía la ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital, se quedó con U$ 300 millones invertidos e incobrables. La ley fue simplemente ignorada, no hizo falta voltearla.

Hay otros perjudicados directos: la población rural dispersa y agrupada, entre 5 y 7 millones de argentinos a los que ARSAT se proponía darles conectividad satelital gratis, particularmente en banda Ka, muy apta para internet satelital, como forma de fortalecer las economías regionales. Obviamente Hispasat e Hispamar carecen de todo propósito similar.

Los españoles no están solos: desde que asumió el presidente Mauricio Macri se autorizó la operación de 23 nuevos satélites extranjeros sobre territorio argentino sin contraprestación, mayormente operados por la sociedad belga SES. Sólo este año solamente, el Ministerio de Modernización autorizó 9 aparatos.

Esto significa que se viene concediendo a empresas del Primer Mundo «derechos de iluminación» del territorio argentino sin que los países así beneficiados estén obligados a abrir sus cielos a los servicios satelitales de ARSAT SA. La contraprestación es la práctica habitual y legal entre países miembros de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

  • En Argentina, la empresa Hispamar tiene operativo el satélite Amazonas 5 y existe la posibilidad de ampliar servicios, confirmó Chaves.
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