Aunque siempre tuvo detractores, la caída que vienen teniendo los vehículos con motores diésel en los últimos años parece ser la estocada final para este tipo de motorización que está en franco declive.
Salvo en el ámbito de las pickups, los vehículos utilitarios y el transporte de carga y de pasajeros, los gasoleros están dejando de ser una opción en todo el mundo, inclusive en Europa, en donde dominaban el mercado.
Entre 1999 y hasta el año pasado, el diésel fue el combustible favorito en el Viejo Continente. Tanto que en 2010, de cada 10 modelos que se vendían 7 eran gasoleros.
- Actualmente representan sólo el 36 % de las ventas, un porcentaje que seguirá disminuyendo.
Los escándalos como el «Dieselgate», con el que manipularon los niveles de emisiones; las cada vez más exigentes medidas ambientales hacia los fabricantes, que vieron inviable seguir desarrollando la tecnología suficiente para que los motores alcancen esos objetivos; y las ya cercanas prohibiciones en varias ciudades han sentenciado de muerte al diésel.
Es por eso que la mayoría de los fabricantes de autos termina optando por apostar directamente por la evolución de los modelos híbridos y eléctricos y de seguir perfeccionando los propulsores nafteros.
El resultado es una caída notable en la oferta de opciones diésel en modelos nuevos que se presentan, hasta casos en los que se elimina por completo la alternativa gasolera en algunas gamas.