Un mecanismo de endeudamiento de los particulares, informal, extendido y muy, muy caro es a través de sus tarjetas de crédito.
Cuando reciben la liquidación mensual, abonan solamente el «pago mínimo», que puede ser tan sólo el 5% del monto total.
Ahora, por el aumento de la tasa de referencia dispuesta por el Banco Central, que en medio de la escalada del dólar trepó al 60 %, el Costo Financiero Total (CFT) por la financiación de los saldos impagos en las tarjetas podría incrementarse hasta el 120%.
Ese saldo impago termina compuesto en mayor parte por los intereses, más comisiones e impuestos. Y se acumula mes a mes.
En realidad, esta forma de financiación constituye el negocio más lucrativo de las tarjetas, porque los intereses son mayores incluso a los de los prestamos personales.