El segundo semestre de 2018 ya transcurre, pero no es el que el gobierno prometía hace más de dos años atrás, en los primeros meses de 2016. De acuerdo con un estimación privada, en la segunda mitad de 2018 el consumo masivo vivirá una de sus peores caídas históricas, con una baja de casi 5% en el volumen de ventas de artículos de la canasta básica: alimentos, bebidas, tocador y limpieza.
«El momento del consumo masivo en Argentina es quizás de los más complejos de su historia», reconoció Federico Filipponi, director comercial de la consultora Kantar Worldpanel. «Proyectamos una caída de 4,7% para el segundo semestre, cuando hace un mes esperábamos que fuera de 3%, entonces, el año cerrará así 2% abajo del 2017».
El panorama se presenta igual de negativo al menos para la primera mitad de 2019. «Si bien esperamos un primer semestre de 2019 con caídas menores, los números van a seguir negativos y recién en el tercer trimestre podríamos empezar a ver alguna recuperación», señaló Filiponi.
De acuerdo a los datos Kantar, el impacto de la recesión en el consumo se reflejó en la evolución de los precios y la demanda. En los últimos tres años, los precios de la canasta básica crecieron un 109%, mientras que el gasto medio de un hogar se incrementó solo un 92%. «Los hogares usaron estrategias como cambiar el lugar de compra, de marca o buscar promociones para ahorrar esos 17 puntos de diferencia», explicaron en Kantar.
Una recesión tan intensa como esta puede reducir la inflación, y tal vez esa sea la esperanza no expresada del gobierno. Pero en ningún caso ayuda con el déficit fiscal y el problema del frente externo.