El Gobierno espera que la recesión modere la suba de precios

Una nota de Santiago Dapelo publicada ayer en La Nación -enfocada en el papel que el periodista describe como decisivo del ministro Dante Sica en contener la inflación- muestra claramente que la barrera que -se espera- evitará una escalada sin límites de los precios es… la recesión. Este análisis es asumido por la mayoría de los economistas, pero no es frecuente que se exponga con franqueza en los medios masivos. Copiamos unos párrafos:

«El traspaso de la devaluación a los precios ya se inició, sobre todo en rubros como combustible y tarifas, y es probable que empeore en los próximas 50 días, según reconocen el Gobierno y especialistas privados.

Sin embargo, en la Casa Rosada entienden que la recesión en la que se encuentra la economía amortiguará el golpe y hará que el traslado a los precios de consumo masivo sea de menos de la mitad de la devaluación. Según la proyección oficial, la retracción económica de este año será de 2,4%, y por eso el Gobierno cree que no hay margen para que los precios suban según el tipo de cambio.

«Por los cambios macroeconómicos que estamos haciendo, vamos a un pass through [así se denomina el impacto en los precios por la suba del tipo de cambio] bastante inferior a la devaluación», afirma el ministro de Producción, Dante Sica.

De todos modos, el Gobierno trabaja para evitar mayores efectos. Por eso esta semana profundizó el programa Precios Cuidados. Pero no prevé más controles. Se relanzó el plan con más de 550 productos, con 127 alimentos y bebidas de la canasta básica, con vigencia hasta el 6 de enero.

En los próximos días, la Casa Rosada lanzará una campaña de difusión «muy fuerte» para dar a conocer los detalles del programa. Todas las miradas están puestas sobre lo que pueda hacer Sica, quien como uno de los ministros sobrevivientes del cambio de gabinete pasó en los últimos días a ocupar un lugar preponderante en la trinchera.

Cerca del ministro descartan opciones como el acuerdo de precios o el estilo «patotero» del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno. «No creemos en una política de intervención de precios. Las formas de control las impone el mercado y la información para los consumidores», resumió Sica, quien cree fervientemente que el mercado es quien debe liderar el ordenamiento».

Es llamativo que el rechazo ideológico a un eventual acuerdo de precios sea tan fuerte que se vea preferible que el consumo, la producción y el empleo caigan. Porque eso es una recesión.

Como sea, esa es la situación actual de la economía argentina. Pero hay un escenario más sombrío todavía: que se prolongue indefinidamente. Eso se llama estanflación, estancamiento con inflación. Para salir de ella, son necesarias políticas activas; no alcanza con lo que Paul Krugman llama «el hada buena de la confianza».

VIALa Nación