Se dice que el origen de las versiones es un reportaje del pasado domingo 9 de Fox News en el que el director del Consejo Económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo -entre muchos otros temas- que en el caso argentino, la única forma de salir de sus problemas es instalar un «currency board», una caja de conversión. Y que se conversaría de esto con el Tesoro de los EE.UU., en lugar del FMI.
Una «caja de conversión» es un mecanismo monetario que en Argentina instaló Carlos Pellegrini en 1890, pero que dejó de usarse, no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo, cuando se abandonó el patrón oro después de la 1° Guerra Mundial. Pero, algo bastante parecido fue la Convertibilidad que trajo Cavallo un siglo después. Y es lo que Mr. Ludlow tiene en mente: dice en ese mismo reportaje que es el sistema con que Argentina logró derrotar la inflación en los ’90 (no menciona el precio). Y en el Wall Street Journal la conocida columnista Mary Anastasia O’Grady, cercana al Tea Party, dice «Argentina needs to dollarize» (Argentina necesita dolarizarse).
En realidad, debemos aclarar que no está ahí el origen del tema. Surge de la desesperación del actual gobierno, y de quienes lo apoyan, frente a la inflación. Que hace brotar toda clase de teorías descabelladas. Se vuelve a decir, por ejemplo, que el problema argentino es ser un país federal. Se debería acabar con eso y hacer una división en regiones. Esa misma idea se escuchaba en los últimos años de Menem, cuando la convertibilidad crujía…
En AgendAR consideramos -como la mayoría de los economistas, en realidad, la mayoría de la gente sensata- que la dolarización es una medida absurda, sólo posible en países muy pequeños, sin industria ni agroindustria. Pero que se converse sobre ella, indica el grado de preocupación del actual equipo económico. Preocupación justificada, como puede verse aquí.
En todo caso, el gobierno lo ha desmentido enérgicamente. Pero es natural que fuerzas políticas que consideran posible llegar al gobierno en las próximas elecciones, o asumir responsabilidades frente a la crisis, quieran intervenir en las conversaciones.
Anoche, Guillermo Moreno, quien preside la Comisión de Economía del PJ nacional -y ha insistido públicamente en la necesidad de un «gobierno de transición» para encarar la crisis- envió una carta a la directora del FMI, Christine Lagarde, para discutir el pedido que realizó el presidente Macri al propio Fondo: adelantar al 2019 los desembolsos de dinero previstos en el acuerdo con el FMI para el 2020 y 2021.
En esa carta comisiona al Lic. Pablo Challú, el Dr. Rafael Perelmiter y el Lic. Guillermo Nielsen, miembros de esa comisión y economistas vinculados a distintos sectores del peronismo, para que se reúnan con los técnicos del Fondo. (Para acceder al texto de la carta, cliquear aquí).
Frente a esta situación, nos parece que también otras instituciones y en especial el Congreso de la Nación, deberían entablar conversaciones directas con el F.M.I. y las entidades financieras que podrían estar interviniendo en el problema. Para -como se pidió hace 208 años- saber de qué se trata.
(Nota: Pedimos disculpas al economista e historiador Emilio Ocampo, a quien -en una versión previa de este artículo- se le atribuyó por error impulsar la idea de la «regionalización», que fue mencionada, en realidad, en una carta al diario La Nación. Su columna en Clarín, con la cual nosotros, contaminados por la herejía keynesiana, tenemos que estar en varios puntos fuertemente en desacuerdo, no habla de esto).