Vuelven las suspensiones a las terminales automotrices impulsadas por la combinación de la caída de demanda interna y de las exportaciones a Brasil. En mayor o menor medida la situación afecta a todas las plantas.
Las estimaciones del mercado es que del medio millón de unidades producidas en el primer semestre se pasará a unas 300.000 en el segundo. A esa situación se le suma la reducción de los reintegros por exportaciones que, según adelantaron al ministro de Producción Dante Sica desde la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), puede «afectar los planes de exportación y producción del sector».