La disparada de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo que sufrirán los salarios hizo visible la preocupación que ya sienten quienes se endeudaron con los créditos hipotecarios UVA. La cuota a pagar se ajusta con el índice de precios al consumidor que informa el INDEC mes a mes. Los ingresos familiares, no.
Los créditos UVA arrancaron en 2016 y desde entonces hasta agosto de este año se otorgaron 135.000 préstamos. El Banco Central informa que, hasta ahora, la tasa de incobrabilidad de los préstamos hipotecarios destinados a las familias es de apenas el 0,2%. Pero las familias y las entidades financieras se preguntan «¿Hasta cuándo?»
El Gobierno está evaluando mecanismos para que los deudores puedan apelar a algún “amortiguador” para que la relación cuota-ingreso no se modifique de manera exagerada. Las opciones que estudia son estas:
– Un seguro, que se activaría en caso de que la relación entre la cuota indexada y los ingresos del deudor supere un cierto porcentaje. Así, si al inicio del crédito la relación cuota ingreso era de, por ejemplo, 20%, el seguro se activaría si esa relación salta al 25%. Se está estudiando quién pagaría ese seguro. Todo indicaría que debería haber un aporte extra a la cuota que debería abonar el tomar del crédito.
– Un fondo compensador, que, como en el caso anterior, se active cuando se altere por encima de un límite la relación cuota-ingreso.
También se habla que dicho fondo compensador se fondee con el 10% de las utilidades que obtenga anualmente el Banco Central.
Por su lado, diputados de la oposición impulsan un proyecto para que la cuota se actualice por el Coeficiente de Variación Salarial o el IPC, el menor de ellos.
Hoy, el recurso que tienen los deudores de créditos UVA es apelar a la cláusula que dice que si la inflación supera por más de un 10% la evolución de los salarios, los bancos deberán ofrecerles a sus deudores la posibilidad de extender por un 25% el plazo del préstamo originalmente otorgado.
El hecho es que, con la aceleración de la inflación por encima de los salarios, y suponiendo que este año el IPC crece un 45% y los salarios 25%, una cuota que en enero representaba el 25% del salario, terminará representando el 28% en la cuota a pagar en diciembre.