Los institutos de contadores en EE.UU. y Europa debaten si sus empresas en Argentina deberían aplicar los procedimientos que corresponden a una hiperinflación. Lejos todavía de los episodios de fines de los ´80 y comienzos de los ´90, el hecho es que en nuestro país los precios aumentan en 15 días lo que en la mayoría de los países lleva un ano.
- Según informó el INDEC, en agosto subieron el 4,9%, un punto por encima de los minoristas (3,9%).
Y en el segundo trimestre de este año, la actividad económica cayó el 4,2%. No puede hablarse de una inflación de demanda.
En los ocho primeros meses de 2018, el aumento mayorista fue del 43,1% frente a una suba minorista del 24,3% y acumula en los últimos 12 meses un alza de 51,4% frente a un IPC del 34,4%.
Así, en lo que va del año, la inflación mayorista supera en 18,8 puntos a la minorista, marcando la presión y todo el recorrido que aún tienen por delante los precios al consumidor.
De ese modo, si bien no hay un traslado directo de los precios al por mayor sobre la cadena minorista, el margen de presión alcista es muy elevado. Y anticipan que los consumidores deberán afrontar precios más altos. El ritmo de traslado a los precios minoristas depende siempre de los niveles de demanda y de las posibilidades de absorción de costos de los comercios. Pero es evidente que, con las tarifas que pesan sobre ellos, no tienen margen para absorberlos aumentos.