Un informe del BID, Banco Interamericano de Desarrollo funciona como una denuncia cruel pero certera del estado ruinoso de la infraestructura en la región. La Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela son los más afectados:
«Desde caminos plagados de pozos y puentes deteriorados hasta aeropuertos y puertos marítimos por debajo de los estándares, la infraestructura inadecuada menoscaba el crecimiento de la región. Si bien el ladrillo y el cemento por sí solos no pueden asegurar la prosperidad, sin servicios de infraestructura aceptables es difícil que un país pueda competir en el mundo moderno».
El problema principal, dice el informe, es que los países de la región no invierten lo suficiente en infraestructura.
- Entre 1992 y 2015 la inversión pública y privada alcanzó un promedio de 2,75% del PBI, y entre 2008 y 2015 el promedio ascendió al 3,8%.
Este nivel de gasto es bajo en comparación con China (8,5%) Japón y la India (5%), y el promedio de los países desarrollados (4%).
Además, las cifras de inversión actuales están por debajo de las de los años 80. «No es sorprendente que la baja inversión en infraestructura haya generado servicios deficientes, particularmente en la Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela, que es considerablemente inferior a lo que debería ser por sus niveles de ingreso», enfatiza el informe.
El BID señala además un estudio del McKinsey Global Institute que llega a la conclusión de que esos países podrían satisfacer la demanda de servicios de infraestructura, invirtiendo solo el 60% de los costos históricos si las inversiones fueran eficientes.