IMPSA lanzará al mercado un nuevo aerogenerador de 5 MW

El Gobierno de Mendoza, representado por el Ministro de Economía Martín Kerchner, el Rector de la Universidad Nacional de Cuyo, Daniel Pizzi, el Presidente del INTI, Javier Ibañez, y el CEO de IMPSA, Juan Carlos Fernández, firmaron un Convenio de Cooperación Tecnológica que pretende volver a posicionar a la emblemática empresa mendocina en lo alto de la producción de aerogeneradores.

El acuerdo contempla el diseño y fabricación de turbinas de 5 MW, capitalizando la capacidad de los profesionales especializados del INTI, la Universidad de Cuyo y el Gobierno y la experiencia de IMPSA, una de las dos empresas argentinas que desarrollaron tecnología en aerogeneración de alta potencia.

“IMPSA tenía la necesidad de ser más competitiva en el mercado mundial de aerogeneradores y es así por lo que surgió este proyecto, de crear un aerogenerador de 5 MW y sobre todo de hacerlo en conjunto con actores del sistema tecnológico científico de la Argentina”, destacó Ibañez.

El titular nacional del INTI contó que el proyecto se completará al cabo de 26 meses de trabajo divididos en dos etapas. “La primera, es de diseño y estaría terminando en agosto del año que viene. La segunda, es la producción y puesta en marcha de un prototipo a escala real en Mendoza”, sintetizó.

Por su parte, el CEO de IMPSA, Juan Carlos Fernández, se esperanzó que al cabo de 22 meses el prototipo ya esté generando energía, de manera que pueda empezar a comercializarse en el mercado.

Hasta el momento IMPSA sólo está desplegando aerogeneradores de 2 MW. Son sólidos en lo conceptual (y en realidad, muy avanzados por su tecnología «direct driven»). Pero hasta ahora los IMPSA tenían la potencia habitual en los aparatos terrestres de hace una década. La generación actual de turbinas eólicas terrestres está entre los 3,5 y 4 MW, de modo que el nuevo IMPSA de 5MW estaría durante bastante tiempo entre los realmente grandes. Para buscar aparatos de mayor módulo, hoy por hoy los únicos son los que se usan «off shore», en mar abierto, que están llegando a 8 y hasta 10 MW.

“Decidimos dar un salto a 5 MW porque entendemos que el mercado lo va a requerir en el momento que estemos fabricando”, explicó el directivo y calculó que la inversión para este nuevo desafío ronda los 7 millones de dólares.

 

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