Arrastrados por la escalada del dólar, los combustibles no dejaron de encarecerse en los últimos meses. Y lo mismo el resto de los gastos para mantener un auto. El efecto es que ahora, si pretenden moverse por la Ciudad en un vehículo propio, las familias deben destinar montos difíciles de imaginar: sin darse lujos, para quien compró un cero kilómetro este año, pueden ser más de $ 15 mil al mes.
Eso necesita una familia porteña sin cochera propia para costear el uso cotidiano de un cinco puertas naftero nuevo, considerando modelos de nivel medio como el Sandero, el 208, el Uno Way, el Fiesta o el Gol, con valores entre $ 410.000 y $ 510.000 en las concesionarias.
Como principales gastos, el presupuesto contempla la carga de dos tanques y medio de la nafta más económica disponible (125 litros de súper en YPF, $ 4.600), el alquiler de una cochera fija en un garaje de un barrio de nivel medio ($ 3.400) y la cuota de un seguro contra terceros completo con adicional contra granizo ($ 2.700) en las principales compañías.
Con estos tres conceptos ya se alcanzan los $ 10.700, y a la lista le faltan varios ítems. En la cuenta también se incluye un proporcional mensual del pago de la patente ($ 1.200) y del primer servicio técnico programado, que ronda los $ 7.200 ($ 600 por mes) y es obligatorio realizar en un concesionario oficial a los 10 mil o 15 mil kilómetros para seguir gozando de la garantía de fábrica.
Luego se agrega el costo de dos servicios básicos al mes de un lavadero ($ 700) y un muy conservador adicional de $ 2.300 para extras como peajes, estacionamientos por hora y propinas a “cuidacoches”.
- Es así como, al sumar todos los gastos, se arriba a un total de $ 15.550 por mes, monto que supera en más de un 50% al que se requería hace solamente un año.