«Bancarizar a todo el mundo». Los negocios financieros no son sólo grandes capitales y papeles con nombres cada vez más raros. Un filón que interesa a muchos es captar los clientes dejados de lado por los bancos. Y las empresas «fintech», que fusionan las finanzas con tecnología, están desarrollando mecanismos innovadores.
- Hoy hay en el país 45 millones de titulares de tarjeta de débito, y muchos no tienen tarjeta de crédito.
MONI, una fintech dedicada a los préstamos de bajo monto, ideó una forma de utilizar la tarjeta de débito como si fuera de crédito, a partir de una plataforma de acreditación de fondos inmediata que funciona a toda hora.
La empresa lanzó una línea de préstamos de otorgamiento y acreditación inmediata, que permite a los titulares de tarjetas de débito sin saldo en su cuenta, realizar compras en comercios pagando en cuotas y acceder a la vez a los descuentos, promociones y otros beneficios del banco emisor de la tarjeta.
«Al estar registrada como proveedor no financiero ante del BCRA, MONI informa de manera periódica el comportamiento de su cartera, lo que permite a sus clientes construir su historial crediticio», indicó la empresa.
“Existe hoy una importante demanda insatisfecha en el mercado local de servicios financieros en general y en especial en el segmento de créditos y financiamiento al consumo. Desde clientes del sistema bancario tradicional que utilizan su cuenta sólo para recibir sus haberes y retirarlos en forma inmediata y no realizan pagos o transferencias desde su cuenta, hasta los que acceden a préstamos en el sistema informal, pasando por una gran mayoría de personas que si bien está bancarizada, no es sujeto de crédito según los parámetros de análisis crediticio convencional. Todo eso hace que cerca del 70% de los argentinos adultos no cuente hoy con una tarjeta de crédito”, afirmó Juan Pablo Bruzzo, CEO de MONI.