En AgendAR consideramos importante reproducir esta opinión del capitán Julio González Insfrán, secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje marítimo:
«La República Argentina ha dejado el negocio fluvial y marítimo para los países vecinos. No por generosidad, sino por temor a otorgar al sector los beneficios impositivos que Paraguay o Bolivia dan a las empresas que desean invertir en astilleros y puertos.
Los distintos gobiernos de la Argentina, desde hace décadas, creen que si otorgan una reducción impositiva en el sector marítimo y fluvial deben hacerlo también en todos los ámbitos de la economía. Aquí está el error. No se puede poner a todos los gatos en la misma bolsa.
Al diseñar la estrategia económica y de negocios de un país, se debe analizar cada sector en particular, teniendo en cuenta la mano de obra involucrada, la capacidad y conocimiento del negocio respecto a otros países, si se cuenta con materia prima local o se debe acudir a la importación. En resumen, si es una actividad que generará ingresos que es lo que precisa con urgencia la Argentina.
Como consecuencia de estas políticas, existen casos insólitos como que la República Oriental de Uruguay posee un sistema portuario conformado por cuatro puertos (Nueva Palmira, Fray Bentos, Nueva Berlín, Casablanca y Paysandú); en tanto que la Argentina cuenta con uno localizado en la Ciudad de Concepción del Uruguay.
El dragado del Río Uruguay Inferior benefició ampliamente al país vecino. De hecho se cambió el curso del canal privilegiando a las ciudades Nueva Berlín y Casablanca, cada una con canal de navegación propio.
Vinculado al Río Uruguay, la Argentina tiene un solo puerto, se trata el ubicado en la Ciudad Concepción del Uruguay, enclavado sobre el riacho Itapé.
Es imperioso, a los efectos de equilibrar la balanza fluvial sobre el río Uruguay, dragar el río Uruguay Medio para llevarlo a 24 pies.
La Provincia de Entre Ríos y la región deben cambiar su eje geopolítico y avanzar en el mismo sentido que corren los ríos de la zona.
Debemos tener presente que años atrás fue diseñado un “Complejo Foresto Industrial Binacional” con el transporte fluvial como eje logístico, con base en el Río Uruguay.
La República Argentina no recibe los beneficios económicos de esta obra, por lo expuesto con anterioridad. Hasta que no haya un profundo cambio cultural, y que los gobernantes y la comunidad comiencen a vivir de cara al Río, se ve lejano el cambio.
Como conclusión, la Argentina debe tener un Puerto de las mismas características de navegabilidad y operativas que el de Paysandú, mas dos Puertos barcaceros hacia el norte. Así pasaría a contar con un sistema portuario nacional sobre el Río Uruguay con puertos feeders para abastecer de carga al Puerto entrerriano Ibicuy que debe ser la salida al mundo de los productos no solo de esta Hidrovía, también de la Hidrovía Paraná-Paraguay».