Así lo decidieron las empresas emisoras, en medio de una fuerte caída en el uso del plástico y del aumento de la morosidad por parte de los consumidores.
El aumento del pago mínimo, como la aparición de cartelitos en muchos negocios que dicen «No se aceptan tarjetas», son síntomas que los argentinos conocemos bien de los golpes inflacionarios.
El economista Mario Svedeñiuk señaló que las tarjetas de crédito eran una suerte de “rueda de auxilio”, porque la gente se quedaba sin efectivo y consumía pagando con el plástico, pero eso llevó a un endeudamiento que ahora no puede ser afrontado cada vez por más familias.
“El mínimo estaba entre 8% y 11%, pero desde ahora van a exigir el 25%. El resto podrá ser refinanciado con tasas superiores al 100%”.