La letra chica del acuerdo con el FMI muestra “inconsistencias” según la óptica de economistas -entre ellos, algunos que simpatizan con el oficialismo- que consideraron “poco factible” lograr que la inflación se desacelere a poco más del 20% a fines de 2019 como estipula el memorándum de política económica y financiera aprobado por el directorio del organismo internacional.
Y ven “poco probable” que la economía, sumergida en una recesión que se profundizó con el nivel de tasas altas del actual plan monetario, repunte 8,5% interanual hacia el cuarto trimestre de 2019.
Guido Lorenzo, de ACM, evaluó que “una inflación desacelerándose a 20% o 25% a fines de 2019 solo sería factible con una caída de la actividad mayor a la proyectada en el memorándum, que es de entre 0,5% y 2%. Pero es «recontrainconsistente» esa baja inflacionaria con la recuperación de 8,5% que prevén para el último cuatrimestre del próximo año”.
Sostuvo, “apelan a que el crecimiento venga liderado por las exportaciones pero yo no veo incentivos para el sector exportador, tendríamos que tener exportación en niveles récord”.
Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, señaló: “No veo un descenso tan rápido de la inflación, a nosotros nos da que en el primer trimestre la variación interanual aún va estar en 45%, y prevemos 30% a fin de 2019, o sea que baja menos y más lento”.
Además, consideró que “peca de optimismo” un crecimiento de 8,5% de la economía en el último tramo de 2019.
Emmanuel Alvarez Agis, director de PxQ, aseveró que “bajo ningún punto de vista puede crecer 8,5%, no hay forma de que esta crisis tenga forma de V, el FMI peca de optimista”. Según su visión, “tendrá forma de L (caída profunda y luego estancamiento)”.