México reclama el libre comercio de autos y partes con Argentina

México está decidido a hacer cumplir los términos del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 55) que regula el comercio automotriz entre ese país y la Argentina.

En un encuentro con la prensa internacional el subsecretario de Comercio Exterior mejicano, Juan Carlos Baker, aseguró: “No hay nada para discutir con Brasil y la Argentina. Está firmado que desde marzo debe regir el libre comercio en el capítulo automotriz, tanto para autos como para piezas”.

Según Baker, que es parte del gobierno saliente del presidente Enrique Peña Nieto, “el tema ya fue analizado y consensuado con funcionarios del electo presidente Andrés Manuel López Obrador”, cuyo mandato se iniciará el 1 de diciembre.

Argentina y México tuvieron vigente el libre comercio automotriz entre 2006 y la primera renegociación del ACE 55, que se dio en el 2012 cuando el déficit del intercambio bilateral fue insostenible para la Argentina.

En marzo del 2015, la gestión de Cristina Kirchner volvió a renegociarlo y, en esa oportunidad, se estableció un cupo anual de importaciones libres de arancel entre Argentina y México de US$ 637,5 millones hasta el 19 de marzo de 2019. En esa fecha deberá entrar en plena vigencia el ACE 55 que prevé el libre comercio automotriz.

Según la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), en 2017 Argentina exportó autopartes a México por US$ 76 millones, apenas el 4,6% del total, dado que Brasil (con US$1.007 millones) concentró el 61,4%. A su vez, México vendió al país US$ 267 millones (un 3,2% del total importado).

En la estrategia de los mejicanos está usar el alcance del ACE 55 para arrebatar mercado en Argentina, no a Brasil que es su socio natural, sino a China, Tailandia y Taiwán que, en conjunto, vendieron al mercado nacional unos US$1.754 millones, el año pasado.

Entre las cartas que tienen por jugar los autopartistas aztecas es que pueden abastecer al país con plazos de entrega de hasta 24 días menos que los fabricantes asiáticos. Por otra parte, apelarán a los costos de producción de las autopartes: en México se pagan US$2,7 por hora a los operarios en las líneas de producción, frente a los US$7,5 que ofrece la industria automotriz en Taiwán, por caso.

Entonces, si el ACE 55 entra en plena vigencia, los rangos de competitividad de fabricantes mejicanos se sumarán a los de la oferta brasileña y asiática ya dominante.

Según Afac, en el primer trimestre del año, el saldo del comercio internacional del sector siguió siendo negativo: las exportaciones sumaron US$373,4 millones y las importaciones, US$2.178,2 millones.

Según el análisis de fuentes del Gobierno nacional (que por ahora prefieren no poner en evidencia pública la fecha límite del 19 de marzo), “la liberalización del comercio con México también puede representar una oportunidad para todo el autopartismo nacional”. De acuerdo a esta fuente, el Gobierno ya comenzó a sondear la posibilidad de exportar a México “motores, cajas de cambio, filtros de aire, líquido refrigerante, faros y software”.

A su vez, las terminales estarían evaluando comprar a proveedores mejicanos las bolsas de aire y cinturones de seguridad que hoy se compran en el mercado asiático. Desde las propias oficinas de la entidad oficial ProMéxico buscan allanar el camino en Argentina afirmando que “la industria automotriz en México genera oportunidades de negocio para los proveedores externos del sector por valor de US$30.000 millones, lo que es un indicador de la gran oportunidad que existe en el mercado de autopartes”.

El volumen de negocios es tan grande porque en ese país existe un mercado autopartista que llaman de “primer equipo” (para 0km) y otro de grandes dimensiones para “recambio” (usados en excelentes condiciones de reventa). Con solo ganar el 1% de ese mercado, Argentina estaría multiplicando por cuatro lo que actualmente le vende a México en autopartes.

VIAPerfil