La danza del dólar y las tasas

El precio del dólar perforó el piso de $ 37 y está en su nivel más bajo desde fines de agosto. Se registra un acelerado ingreso de dólares -especuladores locales y extranjeros- atraídos por las altas tasas en pesos.

Y tienen motivos. Como señala Ismael Bermúdez, el que vendió 1.000 dólares a $ 39,88 a fines de septiembre y los puso en LECAPs al 58% anual en pesos (4,8% mensual) tiene ahora $ 41.710. Con el dólar a $ 36,98, puede comprar 1.127 dólares. Es decir que en un mes ganó el 12,7% en dólares. Es el famoso «carry trade».

Por supuesto, es un casino. También se puede perder, si hay otra devaluación brusca antes que convierta otra vez sus pesos en dólares. Pero la tía Lagarde nos ha adelantado 5.631 millones de dólares, y ese fantasma se aleja. Por un tiempo.

Además, algún titular en los medios gráficos dice que el Central bajó la tasa, por ejemplo, de las LELIQs. Y así es… a 70,62%. Esas tasas siguen proporcionando altas ganancias a los bancos, que les permiten a su vez ofrecer intereses jugosos a los plazos fijos. El problema es que esas ganancias son contables. Y los auditores prudentes se preguntan cómo se van a realizar.

Mientras, la inflación sigue, como se puede comprobar todos los días en los supermercados. El precio del dólar está todavía «alto», en términos del bolsillo de los argentinos y de la mayoría de las actividades. Pero si la inflación no se aminora mucho, en febrero, marzo, para la época de las grandes cosechas, tendremos atraso cambiario.

Desde que empezamos a estar online, en AgendAR dijimos que no queríamos hacer «catastrofismo». Pero resulta difícil, presidente.

A. B. F.

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