Por la devaluación, los subsidios a la energía crecen un 250%

La devaluación del peso frente al dólar -y un modelo de precios relativos desordenado- provocó aumentos inéditos en los subsidios energéticos. La estatal Enarsa (rebautizada IEASA) demandó $ 2.000 millones para pagar gas importado en septiembre, lo que representa un crecimiento del 500% con respecto al mismo mes de 2017.

Entre enero y septiembre, la ex Enarsa requirió $ 32.255 millones, lo que representa una suba del 265% con respecto al gasto de esa firma en 2017.

Cammesa, que es la empresa mayorista del sector eléctrico, también importa gas, que se destina a la generación eléctrica. Por ambas razones, entre enero y septiembre ya gastó $ 66.100 millones, lo que representa un crecimiento interanual del 61%: son $ 25.000 millones más que en 2017.

Los subsidios económicos llegaron a $ 185.505 millones hasta septiembre, una suba del 27% con respecto a 2017.

El sector energético es el mayor destinatario de las subvenciones estatales, según un informe del ASAP. Recibió $ 115.865 millones, un 36% más que en 2017. Los subsidios al transporte acumulan $ 62.404 millones, un 15% más que en 2017.

En las partidas para Energía, hay menos plata para la producción local y más para pagar gastos en el extranjero. Los «incentivos a la producción de gas natural» alcanzaron los $ 8.920 millones hasta septiembre, un 61% menos que en 2016. En cambio, crecieron los presupuestos para la ex Enarsa y Cammesa, que tienen que importar.

Los números parecen corroborar lo que dicen algunos productores de gas, con respecto a la polémica por las «compensaciones» en las tarifas. Se está pagando el doble o triple cuando se lo importa que cuando se lo produce en el país.

En el transporte, las asignaciones para colectivos fueron de $ 37.500 millones, un 19% más que en 2017, mientras que para ferrocarriles se destinaron $ 24.869 millones.

«Las transferencias para el financiamiento de gastos de capital de empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado presentaron una caída del orden del 44,1% interanual», informa ASAP. Se ejecutaron $15.536 millones, repartidos entre las asignaciones para el sector energético ($8.712 millones), el transporte ($4.341 millones destinados al sector ferroviario), y a otras empresas públicas ($ 2.384 millones).

Al mismo tiempo, la ex Enarsa y Nucleoeléctrica son las dos empresas del Estado que sufren un recorte de hasta un 50% en sus presupuestos. También caen 36% las inversiones en infraestructura de trenes.

VIAClarín