La guerra comercial entre Estados Unidos y China está frenando el crecimiento en las dos mayores economías del mundo, advirtió la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, tras reunirse con el primer ministro chino, Li Keqiang, en Beijing.
Lagarde señaló que la crisis le costará a China 0,6 puntos porcentuales de crecimiento respecto de los cálculos anteriores, mientras que EE.UU. podría dejar de crecer 0,2 puntos porcentuales. De acuerdo con los pronósticos del FMI, China crecerá este año un 6,6% y el próximo solo un 6,2% (Ojalá Argentina tuviera ese problema).
También la economía mundial se expandirá «más lentamente de lo esperado» en 2018 y el próximo año, con un 3,7% estimado. La guerra comercial es «el principal factor de incertidumbre», destacó Lagarde.
Por ello, la directora gerente se entrevistó con Li Keqiang para analizar la situación junto con el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, el jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, y el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría. Kim resumió la situación indicando que hay «nubes en el horizonte».
El primer ministro chino reconoció las presiones que reducen el crecimiento de su país, pero subrayó que «China tiene suficientes medios y herramientas para hacer frente a las dificultades».
Li Keqiang aclaró que no tienen previsto hacer uso de un programa masivo de inyección de dinero para impulsar la coyuntura. Su país tampoco se sostendrá solo a base de grandes obras de infraestructura y exportaciones, añadió. Habrá una política presupuestaria activa y una reducción de impuestos, aranceles y procesos burocráticos para crear un mejor entorno de negocios y más creatividad, anticipó.
El gobierno estadounidense gravó alrededor de la mitad de las importaciones chinas con aranceles especiales y amenaza con agudizar aún más el enfrentamiento comercial. Como Estados Unidos importa mucho más de China que a la inversa, el presidente Donald Trump acusa al gigante asiático de prácticas desleales. También critica las barreras comerciales y denuncia el robo de propiedad intelectual, entre otras cosas por la transferencia tecnológica que China obliga a hacer a las empresas extranjeras.
Las negociaciones entre ambas partes están congeladas, si bien Trump habló por teléfono con el presidente chino, Xi Jinping, y ambos acordaron reunirse al final de este mes en la cumbre del G20 en Buenos Aires. Ahora se dice que Trump acortará su visita…
Este es un tema delicado para la Argentina, porque EE.UU. es actualmente su principal apoyo ante los organismos financieros internacionales, y China es su principal cliente después de Brasil (en alguna óptica, antes de Brasil), y gran inversor.