Los precios del petróleo cayeron el viernes cerca de un 1% debido a un incremento de la oferta global y el temor de los inversores por la posibilidad que disminuya el crecimiento de la demanda. El contrato WTI sumó su mayor racha de bajas diarias desde 1984.
A la vez, el crudo Brent cayó bajo los 70 dólares el barril por primera vez desde inicios de abril y suma un desplome de alrededor del 20% desde el pico tocado a comienzos de octubre.
(Para los lectores que no son petroleros: El crudo Brent es un petróleo ligero, aunque no tanto como el West Texas Intemediate (WTI). El Brent es ideal para la producción de gasolina).
Los futuros del Brent perdieron 47 centavos, o un 0,7 por ciento, a 70,18 dólares por barril. En la semana acumuló una pérdida de un 3,6 por ciento y ha retrocedido más de 15 por ciento este trimestre.
El petróleo en Estados Unidos cerró en baja por décimo día seguido, su peor racha desde julio de 1984, de acuerdo a datos de Refinitiv.
El WTI perdió 48 centavos, o un 0,8%, a 60,19 dólares por barril, tras caer a menos de 60 dólares, su menor nivel en ocho meses. El contrato tocó un piso de 59,26 dólares, una baja de más de un 22% desde su máximo en octubre.
El crecimiento de la actividad fabril en China se desaceleró por cuarto mes consecutivo en octubre, en medio de un enfriamiento en la demanda doméstica por materias primas y la debilidad de la actividad manufacturera, lo que subraya la presión económica ante las fricciones comerciales con Estados Unidos.
El petróleo tocó sus máximos en octubre por preocupaciones de que las sanciones de Estados Unidos a Irán que entraron en vigor esta semana pudieran privar al mercado petrolero de volúmenes sustanciales de crudo, reduciendo inventarios y provocando escasez en algunas regiones.
Sin embargo, otras potencias petroleras, como Arabia Saudita, Rusia y productores de esquisto como Estados Unidos, han elevado la producción en forma constante, compensando con creces los barriles iraníes perdidos. Los tres países están bombeando ahora cerca de sus máximos históricos, con una producción de más de 33 millones de barriles por día, un tercio del crudo mundial.
La baja del precio del petróleo puede ser simplemente una racha pasajera. En realidad, casi seguramente lo será. El problema es cuánto va a durar. Especialmente para la gestión Macri, cuyo fundamental impacto en los precios relativos de la economía argentina fue la recomposición (hacia arriba) del valor de los combustibles. Y sus esperanzas de prosperidad futura se apoyan en la explotación de Vaca Muerta.
Un economista, opositor, recurrió a un viejo chiste políticamente incorrecto: «Si Macri llega a comprar un circo, le crecen los enanos».