(Sobre la cancelación de Atucha III y la compra a China «llave en mano» de una central nuclear -uno de los acuerdos más importantes que Macri tiene previsto firman con Xi Jinping, AgendAR fijó su posición con 4° central nuclear argentina: arrancar perdiendo. Dejar de lado la oferta inicial China (una central CANDU de uranio natural y otra Hualong-1 de enriquecido) y sólo tomar la Hualong-1 fue una mala decisión, y hasta ahora lo negociado en materia de combustibles de la central Hualong-1 es un mal acuerdo. Pero nada es tan malo que no se pueda empeorar. Acercamos el resumen de una nota de Martín Dinatale, que sigue el asunto desde hace tiempo).
El Ministerio de Hacienda cuestionó la construcción de la central nuclear Atucha III y su elevado costo de producción; en la Secretaría de Energía rechazan las objeciones y sostienen la idea del proyecto con los chinos. Decide Macri.
Una inusitada batalla de poderes internos desatados en el gobierno entre el Ministerio de Hacienda y la Secretaría de Energía pone en riesgo el futuro de un eventual acuerdo entre China y la Argentina para la construcción de la central nuclear que tendrá un costo estimado de 8.000 millones de dólares y será financiada por el gobierno chino.
La puja política entre Nicolás Dujovne y Javier Iguacel se profundizó en estos días ya que desde Beijing se pidió mayores detalles para el avance del acuerdo, con la idea que se pueda firmar en la reunión de los presidentes Mauricio Macri y Xi Jinping que se realizará en diciembre en Buenos Aires.
Durante el viaje que el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, acaba de realizar a China para obtener un swap de USD 9.000 millones se levantaron reclamos de la administración comunista por el acuerdo nuclear aún inconcluso.
La pelea entre Hacienda y Energía tiene un eje: la oportunidad o no de asumir en estos momentos una deuda para una obra cuyos resultados concretos en términos de ahorro económico fueron puestos bajo discusión.
En el Ministerio de Hacienda circula un documento reservado que elaboró el equipo de Dujovne, que sostiene que «no sería conveniente hoy poner en un compromiso financiero a la Argentina» para la construcción de una central nuclear, cuya producción es más costosa que el resto de los sistemas energéticos que ya tiene el país.
Hacienda detalló en el informe que el costo de generación de un MW es de USD 170 para el caso de la energía nuclear que se pretende desarrollar con China, mientras que un MW de energía renovable implica un costo total de USD 70 y la producción de energía tradicional que se puede obtener por MW del yacimiento de Vaca Muerta tiene un costo de USD 50.
«Someter a la Argentina al pago de un crédito de USD 8.000 millones, por más que sea con tasas cómodas y mejores que en el resto del mercado, no sería un buen negocio si se miden los costos de producción de un MW. Esta es una ecuación que va más allá de la relación con China, que seguirá siendo buena».
Esta postura ya se la hizo notar el propio ministro de Hacienda al presidente Macri, al evaluar que sería «emitir una imagen contradictoria» de la Argentina pedirle dinero al FMI para afrontar una crisis y en paralelo pagar un crédito a China por «un negocio que no se ve rentable en su totalidad».
Como contrapartida, desde la Secretaría de Energía de Iguacel, el Subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, defendió ante el Presidente el proyecto que hace 15 días acaban de negociar en Beijing con la administración de Xi Jinping.
Allegados a Iguacel y a Gadano señalan que la explicación de Hacienda sobre el costo de un MW a 170 dólares es «totalmente falsa». Así, detallaron que el costo mundial de un MW por medio de energía nuclear no supera los 90 dólares.
En las oficinas del Subsecretario de Energía Nuclear sostienen que el cálculo que realiza Hacienda para medir el costo de MW de energía nuclear está dado por lo que sale construir la central nuclear hoy, pero no por la vida útil de la misma en un espacio de 70 años.
Tanto Gadano como Iguacel le dijeron a Macri que la mano de obra para la construcción de Atucha III con financiamiento chino será en más de un 40% local, con lo cual se dará empleo a miles de argentinos. (Nota de AgendAR: Este 40% se refiere a la obra civil, que siempre es local. No dará empleo a técnicos, ni a las empresas tecnológicas).
Nadie lo sabe de manera fehaciente. Lo único concreto es que la última palabra la tendrá el jefe de Estado argentino. Pero los tiempos corren y si se quiere sellar aunque sea un contrato financiero básico para cuando Xi Jinping se reuná con Macri en la Casa Rosada el 3 de diciembre, se deberá contar con una respuesta bien definida.
En esta disputa, un funcionario de la Casa Rosada deslizó una radiografía descarnada de lo que ocurre: «Aquí se desató una pelea entre Dujovne, que es un soldado de Washington, y Diego Guelar (el embajador en Beijing), Iguacel y Gadano que son pro-chinos». Es decir, la idea de una batalla silenciosa entre Washington y Beijing por los recursos estratégicos en América Latina vuelve a estar en el tapete».