Uno de los temas argentinos en los que AgendAR pone énfasis es el de la industria nuclear. Por varias razones: una es una historia de esfuerzos y logros que abarca más de 60 años; otra porque en su ámbito se desarrollan científicos, técnicos y también empresas pequeñas y grandes que aumentan las capacidades de nuestro país. Y, cómo no, porque es un aporte significativo a la producción, no contaminante, de energía.
Entonces nos parece oportuno acercarles párrafos relevantes del documento para el debate que elaboró esta semana el Cuerpo de Delegados del Centro Atómico Ezeiza. Exponen reclamos gremiales, y también los que consideran debe ser parte de la política de Ciencia y Tecnología del estado argentino en este campo.
«La situación que atravesamos los sectores productivos estatales, así como la de los de salud y ciencia y tecnología, es preocupante. A los despidos y la precarización laboral se suman malas condiciones laborales, la falta de presupuesto y los recortes. Es nuestra responsabilidad como trabajadores denunciarlo porque no sólo nos perjudica a nosotros, sino también a nuestro pueblo.
En las plantas productivas hay compañeros precarizados, varios con más de 5 años bajo diferentes formas de contratación. Dada la situación planteada de no ingreso a la planta del Estado nacional por decreto, y a pesar de que los trabajadores de la CNEA no estaríamos incluidos, es urgente que las autoridades se instrumenten los medios para el pase a planta de nuestros compañeros y de todos los contratados y becarios de la CNEA. La falta de carrera laboral, agravada por la situación de precarización, es un problema para el desarrollo de las tareas de las plantas productivas (y de toda la CNEA).
También es necesario que se avance en las evaluaciones de los agentes de planta permanente, con promoción, dado que la última evaluación y promoción fue instrumentada hace 6 años. Estas evaluaciones también son necesarias para trabajadores con contrato plazo fijo.
… Los radioisótopos tienen varias aplicaciones; una de las principales es su uso en el ámbito médico, tanto en diagnóstico para la detección temprana de múltiples patologías (imágenes en medicina nuclear), así como también en el tratamiento de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer (que es en nuestro país una de las principales causas de mortalidad y morbilidad, tanto en hombres como en mujeres).
En Argentina, el reactor RA3 y sus plantas asociadas (ubicadas en el Centro Atómico Ezeiza) es hoy el único lugar del país donde se producen los radioisótopos que abastecen a centros y servicios de medicina nuclear de todas las provincias, además de exportar a Brasil.
La CNEA es pionera en la región en este tema, y construyó y sostiene al día de hoy las instalaciones necesarias para esos procesos: el RA3 y sus plantas y sectores asociados. Sin embargo, la comercialización y distribución e estos radioisótopos es llevada adelante por dos empresas ajenas a la CNEA, que obtienen las mayores ganancias y tienen como principal cliente al sector privado de la salud y las obras sociales.
En particular, creemos que la CNEA debería desarrollar y producir generadores de Tc-99m, en principio para abastecer a los Servicios de Medicina Nuclear y Centros de Diagnóstico del sector público en todo el país, evitando la intermediación (y el costo innecesario que significa para el Estado). De hecho, los trabajadores han realizado la ingeniería de esos productos, y sin embargo no ha habido avances; nos preguntamos por qué sucede esto. Esta postura viene de la mano con nuestra defensa de la salud pública, y creemos que nuestro trabajo debe contribuir principalmente a garantizar el acceso a la salud de todo el pueblo. Por otra parte, los radioisótopos excedentes, que se producen semanalmente, podrían ser entregados al sector público, y sólo después de abastecido este, a obras sociales y empresas privadas de salud».