«Somos seis chicas y 17 chicos. Nunca sentí desigualdad ni que les dieran más
beneficios a los varones que a mí», dice Abril, de 16 años, que cursa 5º año con
orientación en química en una escuela del norte del conurbano.
Más allá de su percepción, ella forma parte del minoritario 32,5% de la matrícula de la escuela secundaria técnica del país. Una cifra que se mantuvo estable desde 2013 hasta 2016 y es el último dato que difundió el Instituto Nacional de Educación Tecnológica
(INET).
Para aumentar la matrícula femenina, el organismo desarrolló una comisión de equidad de géneros a nivel federal. «Con el objetivo de mejorar y profundizar la incorporación de la mirada de género en todas las acciones que se lleven a cabo, de manera integral y transversal, el INET se propuso realizar acciones destinadas a mejorar las brechas de género, a modificar la ‘cultura masculina’, los estereotipos, las prácticas pedagógicas y mejorar las condiciones de infraestructura para que sean accesibles y equitativas para todos», se explica en el informe divulgado por la dependencia, a cargo de Leandro Goroyesky.
Los relevamientos oficiales muestran una constante en la presencia de las mujeres en el nivel medio técnico a lo largo del tiempo: de los 661.451 alumnos, solo el 32,5% son mujeres, es decir, 214.917. Ese guarismo crece cuando se miran los estudios siguientes en la escala educativa: en formación profesional (terciaria) es del 56%, y en estudios superiores (universidad), 60%. Si se miran los tres estamentos juntos, entonces el porcentaje de la presencia femenina trepa al 43%.
En el informe Mujeres en la escuela técnico-profesional (ETP): desigualdades y oportunidades, difundido por el INET, se confirma que ellas registran un menor porcentaje de repitencia que los varones tanto en el primer ciclo del secundario -durante el que se suele producir la mayor proporción de deserción- como en el segundo, cuando se decide la orientación con la que se graduarán.
También son las mujeres las que tienen una tasa más alta de egreso del nivel medio, que se incrementa año tras año. El INET informó que en 2009 el 60,4% de las mujeres que cursaron el secundario lo completaron y en 2013 ese guarismo aumentó al 89%.
Y si se mira la situación de las mujeres cuatro años después de haber terminado el
secundario, el 70% siguen otros estudios, cifra 15% más alta que la de sus pares varones.
Aunque vuelve a verse una diferencia en la elección de carreras técnicas en favor de los
varones (76,9%) frente a las mujeres (el 55,4%).