Ayer, martes 20, fue la última licitación de las LEBAC, según afirma el Banco Central. Colocó $ 39.754 millones y pagó una tasa del 50%. El mes próximo vencen los $ 69.818 millones de Lebacs restantes y no habrá una nueva operación. En diciembre, las Lebac dejarán de existir.
Como ayer vencían Lebac por $ 160.519 millones, las que no fueron renovadas provocan, necesariamente, una expansión de la base monetaria por el resto: $ 122.234 millones.
Esa masa de dinero no se quedará quieta. Puede ir a dólares, plazos fijos o a los nuevos bonos que emite el Central. Seguramente no a inversiones productivas, que no pueden competir con tasas de 50 o 60% anual. Tampoco a la Bolsa, que cayó.
Previsora, la entidad que dirige Guido Sandleris abre la licitación de Letras del Tesoro en Pesos Ajustadas por CER (Lecer), con vencimiento a 91 días. También ofrecerá letras capitalizables (Lecap) con igual plazo de vencimiento y una tasa nominal mensual de 4%.
Las LECER representan una jugada relativamente nueva: se ajustan por inflación. El BCRA, entonces, apuesta a que la suba de precios va a disminuir (¡en tu cara, Sturze!). Claro, si la inflación no disminuye, se agrava el problema con la deuda que crecerá.
De todos modos, por ahora la burbuja que aumenta es la de las LELIQ, pero el Central, y Hacienda, no se preocupan, porque los titulares de esas letras son los bancos y, piensan, siempre se puede arreglar con ellos. ¿Como era la expresión que usó, Dr. Lavagna, cuando renunció en los últimos tiempos del gobierno de Alfonsín? ¿»Festival de bonos»?