La Unión Industrial Argentina le presentará al Gobierno un documento con 35 medidas de corto y mediano plazo para que las pymes en emergencia puedan sortear la crisis y evitar más achiques y cierres de fábricas. El texto incluye reclamos para ser implementados en forma urgente: reducción de la presión impositiva, reinstalación de la línea de créditos Licip, eliminación del scoring aplicado por la AFIP, exención de retenciones a pymes exportadoras y bonificaciones de tarifas para las fábricas electrointensivas.
Las propuestas -dice la UIA- «son producto del diálogo permanente con las entidades socias sectoriales y regionales y cuentan con 6 ejes de trabajo»: la actual Ley PyME, que tiene puntos pendientes de reglamentación; reformas tributarias; más y mejores instrumentos de financiamiento para las PyMEs; la promoción de la producción y el consumo nacional a través de iniciativas tales como «Compras Públicas» y «Políticas de Góndola»; el diseño de estrategias para fomentar las exportaciones; e iniciativas que amortigüen el impacto del actual esquema tarifario en los sectores productivos.
Es decir, medidas que las doctrinas económicas a las que adhieren economistas que Macri escucha considerarían «prebendarias» o, al menos, una interferencia con el libre juego de los mercados. Pero la recesión que se profundiza cada vez más ha desvalorizado esas ortodoxias. Ante el Gobierno y ante la UIA.
El director de Departamentos Técnicos de la UIA, Gabriel Vienni, confirmó que el paquete de medidas propuesto busca dar soluciones a corto y mediano plazo para las pymes industriales, que «serán presentadas al Gobierno en un plazo de diez días, luego de que sean unificadas las nuevas propuestas con la revisión del Comité Ejecutivo».
«Habrá un eje tributario, que incluye el pedido de reponer algunos beneficios, como el decreto 814, que es central para las industrias de las provincias. Esa medida, si bien tiene costo fiscal, en este marco de preocupación por la actividad reviste en beneficios por producción. Si no tiene respuesta positiva, se pedirá adelantar algunos beneficios de la reforma fiscal».
Vienni explicó que la UIA también pedirá que se «elimine» el scoring que impuso la AFIP para ingresar a planes de pago por atrasos. Si bien en la entidad hubo un apoyo a la medida meses atrás, el contexto recesivo generó «rezagados».
La alta tasa de interés de referencia impuesta por el Banco Central generó un ahogo financiero para las pymes. Por eso, la UIA pedirá que se reinstalen las líneas de crédito para inversión productiva (LICIP) que obliga a los bancos a utilizar parte de sus depósitos para fondear préstamos con tasas subsidiadas. «No tiene costo fiscal para el Estado y sería muy importante para las pymes que no tienen acceso al financiamiento para capital de trabajo y bienes de capital», destacó Vienni.
Estas medidas son necesarias, y es posible que al menos algunas sean implementadas. Los técnicos de la UIA trabajan en contacto con las segundas líneas del gobierno. Pero nos sentimos obligados a hacer dos observaciones:
- Para la mayoría de las pymes industriales y de servicios, que no son exportadoras, es imprescindible reactivar el mercado interno. Y eso no puede hacerse en el marco de las políticas centrales de este gobierno. Ni sin renegociar el acuerdo con el FMI.
- No sólo las pymes industriales están en problemas. También las grandes empresas. De las que a su vez dependen las pymes, como proveedoras, clientes o contratistas.